La Agencia Espacial de Estados Unidos, NASA, ha logrado restablecer totalmente el contacto con la lejana sonda espacial Voyager 2 después de un incidente que comprometió su capacidad de comunicación. Mediante un “grito interestelar”, los ingenieros lograron reorientar la antena de la nave, que se encontraba a más de 19.900 millones de kilómetros de la Tierra, muy por fuera del sistema solar.
El problema surgió cuando una serie de comandos enviados a la sonda provocaron que su antena se desviara dos grados, poniendo en peligro su misión. Se esperaba que la situación se resolviera recién el 15 de octubre, pero múltiples observatorios terrestres y la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA detectaron una señal débil de la Voyager 2, lo que llevó a los ingenieros a enviar una instrucción para enderezar la nave.
Tras 37 horas de incertidumbre, finalmente se confirmó que la orden fue exitosa y la sonda comenzó a enviar nuevamente datos científicos y telemetría el 4 de agosto. La Voyager 2 se mantiene en su trayectoria esperada y continúa su misión de exploración.
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