El Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore utiliza láseres para comprimir una cápsula de combustible.
El US National Ignition Facility ha logrado una reacción de fusión con una ganancia neta de energía por segunda vez en la historia y con un rendimiento mejorado en comparación con el primer intento exitoso. Sin embargo, antes de emocionarse por la próxima era de energía limpia ilimitada, hay algunas advertencias importantes a tener en cuenta.
¿Qué tiene de bueno la energía de fusión? Las plantas nucleares de hoy en día se basan en reacciones de fisión, donde los átomos se descomponen para liberar energía y partículas más pequeñas. La fusión funciona de manera diferente, al comprimir partículas más pequeñas en átomos más grandes, el mismo proceso que ocurre en nuestro sol. La fusión puede generar más energía, sin residuos radiactivos, pero contener y controlar esa reacción ha demostrado ser un problema monumental tanto para los físicos como para los ingenieros.
¿Qué ha sucedido y qué es la ignición? En diciembre de 2022, investigadores del Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore (LLNL) en California alcanzaron un hito histórico: obtuvieron más energía de una reacción de fusión de la que pusieron. El reactor de fusión National Ignition Facility (NIF) del laboratorio utilizó láseres para generar suficiente calor y presión para convertir el deuterio y el tritio, isótopos de hidrógeno, en un plasma en el que podría ocurrir la fusión. Estos láseres generaron 2.1 megajulios de energía, pero el reactor produjo alrededor de 2.5 megajulios, aproximadamente un aumento del 20 por ciento. Si bien esos números están lejos del tipo de relación que se necesitaría para operar un reactor comercial, ofrecieron una luz de esperanza vital de que los reactores de fusión eran un objetivo viable.
Ahora, el laboratorio ha creado supuestamente una segunda ignición, el término para una reacción que supera el punto de equilibrio, y ha mejorado esos números con el reactor produciendo alrededor de 3.5 megajulios. El experimento ocurrió el 30 de julio, según un informe en el Financial Times.
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