Este miércoles 9 de agosto, un astronauta ruso realizó una extensa caminata espacial en la Estación Espacial Internacional (EEI) y completó el primer vuelo de prueba de un brazo robótico.
El comandante de la Expedición 69, Sergey Prokopyev, viajó al final del Brazo Robótico Europeo (ERA) para probar la durabilidad y robustez de una estación de trabajo portátil. Dicho brazo fue incorporado a la EEI con el módulo científico multipropósito Nauka en julio de 2021, aunque no entró en servicio en el segmento ruso hasta abril de 2022.
Desde ese momento, el ERA se ha utilizado para reubicar un gran radiador y una esclusa de aire experimental, aunque esta fue la primera vez que se utilizó con un ser humano a bordo.
El astronauta Andrey Fedyaev, que trabajaba en un panel dentro de Nauka, controló el brazo robótico de 11,3 metros, mientras Prokopyev y Dmitry Petelin realizaban la caminata espacial: el primero realizó un viaje lento y constante en el aparato, mientras que el segundo solo se encargó de observar y fotografiar la prueba.
La demostración duró unos 40 minutos y permitió demostrar que el brazo, equipado con la estación de trabajo portátil, se puede usar para reposicionar a los astronautas en futuras caminatas espaciales, igualando una de las capacidades del brazo principal de la EEI, el Canadarm2, que apoya el segmento operativo de EE.UU.
Durante la misión, Prokopyev y Petelin también instalaron escudos contra desechos para proteger las áreas del minimódulo de investigación Rassvet y, finalmente, volvieron a ingresar en la EEI tras 6 horas y 35 minutos de caminata espacial. Así, desde 1998, esta misión representó la salida 60 desde una esclusa de aire rusa.
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