El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha marcado un hito significativo al dar inicio a las reuniones técnicas que delinean el desarrollo de un satélite meteorológico regional. Esta iniciativa, que busca abordar la falta de satélites meteorológicos en América Latina y África, promete no solo proporcionar datos esenciales, sino también establecer una agenda propia para la observación y el estudio del clima.
Celeste Saulo, directora del SMN y secretaria general electa de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), subrayó la importancia de este proyecto al señalar que un satélite meteorológico regional colma un vacío crucial en estos continentes. No solo proveerá información vital para la preparación y planificación en el ámbito meteorológico y climático, sino que también empoderará a la región para establecer sus propias prioridades de observación y estudio.
Este proyecto es liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el SMN, en colaboración con agencias espaciales e instituciones de Brasil y Costa Rica, así como con el respaldo de la OMM. La finalidad es obtener datos propios a nivel regional, contribuyendo así a la comprensión y mitigación de fenómenos climáticos extremos que afectan la seguridad y la producción en la región.
En julio, se celebró el primer Taller sobre el desarrollo del satélite geoestacionario regional en la sede central del SMN. Durante este evento, representantes de diversas agencias y organizaciones de la región discutieron los avances en los términos de referencia del proyecto ejecutivo. Participaron entidades como la CONAE, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos y la Oficina Regional para las Américas de la OMM.
Este grupo de trabajo inicial identificó varios requerimientos para el satélite, entre ellos la necesidad de mejorar la predicción de eventos extremos a corto plazo, la vigilancia de fenómenos meteorológicos de rápido desarrollo y el monitoreo de la calidad del aire. Se espera que, una vez que se establezca el alcance del proyecto y su valor económico, se desarrolle una estrategia para asegurar el financiamiento necesario.
Este ambicioso proyecto no solo representa un avance en la exploración espacial, sino también en la colaboración regional. Con este satélite la región está un paso más cerca de abordar los desafíos climáticos y alcanzar una mayor comprensión de su entorno.
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Esa foto es de los paneles radar del Saocom. Una antena redar de 30 metros cuadrados. Todo un hito. Nada que ver con el satélite meteorologíco.