Este fin de semana, tras permanecer durante 14 días terrestres (un día lunar) investigando la Luna, India apagó su vehículo de exploración.

Según la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), el rover Pragyan, de la nave espacial Chandrayaan-3, estaba “en modo de suspensión”, pero con las baterías cargadas y el receptor encendido.

“¡Esperamos un despertar exitoso para otra serie de tareas! De lo contrario, permanecerá allí para siempre como embajador lunar de la India”, agregó ISRO.

Además, este lunes ISRO también puso en modo de suspensión su Lander Vikram, aunque antes realizó unos experimentos finales. Se espera que despierte alrededor del 22 de septiembre de este año para seguir trabajando.

Para India, el final de esta misión la permitió confirmar que ya es una potencia espacial: no solo se convirtió en el cuarto país en alunizar, tras lo hecho por Estados Unidos, China y Rusia, sino que además es el primero en lograrlo en el polo sur del satélite natural.

Una de las fotografías tomadas por Chandrayaan-3 durante su estadía en la Luna.

El suave aterrizaje de Chandrayaan-3, después de un intento fallido en 2019, provocó una gran emoción en el país más poblado del mundo y los medios de comunicación elogiaron el aterrizaje como la mayor hazaña científica de la India.

Incluso, la misión india, que alunizó el 23 de agosto, cobra más relevancia si se tiene en cuenta que, tan solo dos días antes, la sonda rusa Luna-25 también intentó aterrizar en el polo sur del satélite, pero se terminó estrellando.

Durante su estadía en la Luna, Pragyan recorrió más de 100 metros (330 pies), y confirmó la presencia de azufre, hierro, oxígeno y otros elementos en la región.

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