No quedan dudas de que nos encontramos ante una nueva carrera espacial y prueba de ello es que, en las últimas semanas, tres países han enviado misiones a la Luna.
Por un lado, este jueves 7 de septiembre, Japón lanzó su misión “Moon Sniper” con el objetivo de convertirse en el quinto país en alunizar.
Por el otro, en agosto, Rusia e India lanzaron sus misiones Luna-25 y Chandryaan-3, respectivamente, buscando aterrizar en el polo sur del satélite natural, pero, mientras que Nueva Delhi sí lo logró, la nave de Moscú se terminó estrellando.
En este sentido, como era de esperar, quien también planea enviar una nueva misión a la Luna es China, aunque sus objetivos son mucho más grandes, ya que apunta a construir una base lunar. La base, que se fabricaría en cooperación con Rusia, se llamaría Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS).
Además, el jueves 31 de agosto, la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA) publicó representaciones de artistas de su nave espacial y módulo de aterrizaje lunar de próxima generación.
El nuevo equipo
La nave constará de dos secciones, una cápsula de reentrada y una sección de servicio, mientras que el módulo de aterrizaje incluirá una sección de aterrizaje y una sección de propulsión. Según la Agencia, estos vehículos le permitirán a China enviar misiones tripuladas a la superficie lunar.
El módulo de aterrizaje lunar pesará alrededor de 26 toneladas métricas y será capaz de transportar dos astronautas y un rover de 200 kg a la superficie lunar, que estudiará sitios potenciales para una futura base.
Sin embargo, las aspiraciones chinas podrían verse frustradas, ya que la NASA planea enviar astronautas a la Luna entre 2025 y 2026, varios años antes que Pekín.
Incluso, el director de la NASA, Bill Nelson, reconoció que una nueva carrera espacial ha comenzado y que su objetivo es llegar a la Luna antes que China para evitar que estos últimos se “apoderen” del satélite.
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