Gracias al alunizaje de Chandrayaan-3, India se convirtió en el cuarto país en la historia de la humanidad en lograr aterrizar en la Luna, tras lo conseguido por EE.UU., la URSS y China.
Además, gracias a este hito, India pudo estudiar durante dos semanas el polo sur del satélite natural con su Lander Vikram y su Rover Pragyan.
Sin embargo, desde hace un par de días, tanto Vikram como Pragyan se encuentran apagados, con el objetivo de despertarse en la brevedad.
Esto se debe que un día lunar dura unos 28 días terrestres, lo que significa que hay 14 días con luz solar y 14 sin ella. Pero el problema es que, durante la noche, las temperaturas descienden abruptamente hasta los -424 °F (-253 °C), lo que puede provocar que los aparatos se congelen.
Por ello, Vikram y Pragyan están en modo de suspensión, con el objetivo de sobrevivir a la noche lunar, aunque la situación es muy complicada, ya que no están equipados con los tradicionales calentadores.
Estos, llamados unidades calentadoras de radioisótopos (RHU), funcionan irradiando calor pasivamente para mantener el hardware a bordo de la nave espacial a temperaturas de funcionamiento sostenibles.
Pero sin tales sistemas de energía, la supervivencia del dúo robótico queda librada al azar, aunque la buena noticia es que las baterías de ambos se cargaron completamente antes de ser puestos en reposo.
Así, si ambos tienen suerte y logran despertar, podrán seguir explorando la región, mientras que, si continúan en una siesta eterna, permanecerán para siempre en la Luna como los embajadores de India.
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