Booz Allen Hamilton ganó un contrato de siete años, por un valor de US$ 630 millones, de la Fuerza Espacial de EE. UU. para ingeniería de sistemas e integración de sistemas satelitales utilizados para alerta de misiles, monitoreo y vigilancia ambiental.
El anuncio fue hecho por la propia Booz Allen, este 4 de octubre, una compañía de consultoría que brinda servicios de gestión y tecnología.
El contrato es para brindar servicios de apoyo a programas satelitales administrados por la oficina del programa de detección espacial del Comando de Sistemas Espaciales, incluido el Infrarrojo Persistente Aéreo de Próxima Generación (OPIR) y constelaciones heredadas.
Así, Booz Allen será responsable de la integración de diferentes elementos de los principales programas de detección espacial, como los satélites y las estaciones terrestres utilizadas para la alerta y el seguimiento de misiles, la vigilancia medioambiental y otra recopilación de datos desde el espacio.
En este sentido, Eric Hoffman, vicepresidente y líder de Booz, dijo que “el gobierno tiene que actuar esencialmente como integrador y asegurarse de que todas estas cosas se unan y, en última instancia, proporcionen capacidad de combate”.
“Nuestra función es ayudar a que eso suceda, asegurarnos de que los entornos de ingeniería digital estén configurados y puedan comunicarse entre sí, y que los sistemas terrestres estén sincronizados”, agregó.
El contrato también estipula que la empresa apoye a los usuarios de imágenes infrarrojas y otros datos recopilados por satélites. “Se puede hacer mucho más con los datos que provienen de las distintas plataformas”, dijo Hoffman al respecto.
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