Según los planes de la NASA, en 2025 sus astronautas regresarán a la Luna a través de la misión Artemisa III. Sin embargo, la agencia espacial ya apunta mucho más allá: está trabajando para establecer las primeras casas en el satélite natural para el año 2040.
Estas unidades, que podrían ser utilizadas tanto por astronautas como por civiles, se construirían a través de impresoras 3D, que utilizaría un concreto lunar especializado que se creará a partir de astillas de rocas, fragmentos minerales y polvo que se encuentran en el satélite.
El plan de la NASA es tener la primera subdivisión en el espacio para 2040 y lo mismo en Marte poco después. Por ello, buscando alcanzar dicho objetivo, la agencia ya está colaborando con universidades y empresas privadas.
Importantes desafíos
Por ejemplo, un obstáculo importante es el polvo lunar, que, según los expertos, es increíblemente abrasivo y tóxico cuando se inhala. En este sentido, la solución sería utilizar este polvo para ayudar en la construcción de estructuras en la Luna.
Por ello, la agencia se asoció con ICON, una empresa de tecnología de construcción con sede en Austin, Texas. En 2022, la NASA realizó una inversión adicional de US$ 60 millones en ICON para un sistema de construcción espacial que puede ser utilizado para imprimir desde plataformas de aterrizaje de cohetes hasta hábitats, todos con concreto mezclado en el lugar.
Por su parte, Patrick Suermann, Decano interino de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Texas A&M, que trabaja con la NASA, explicó que, si bien la química funciona igual en el espacio, la física es totalmente distinta.
Por ello, agregó que es esencial ser ligeros para viajar al espacio, dado que cada kilogramo extra de peso que se transporta a la Luna cuesta alrededor de US$ 1 millón.
“No hay un Home Depot allí arriba. Por lo tanto, tienes que aprender a utilizar lo que hay allí arriba o enviar todo lo que necesitas”, agregó.
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