En el marco del desarrollo de la misión SABIA-Mar (Satélite de Aplicaciones Basadas en la Información Ambiental del Mar), profesionales de la CONAE y de INVAP realizaron un ensayo sobre los módulos electro-ópticos de uno de los principales instrumentos que llevará a bordo el satélite en el espacio, la cámara NIR-SWIR.
Las pruebas se realizaron en el Laboratorio de Óptica de INVAP, en Bariloche, entre el 18 y 22 de septiembre, y los ensayos se llevaron a cabo sobre uno de los módulos electrónicos EOM (siglas en inglés de Electro-Optical Module) de la cámara NIR-SWIR, que está compuesta por tres EOMs y que le permiten lograr un ángulo de visión de 91 grados, que al proyectarse sobre la superficie de la tierra abarcan un ancho de barrido de 1.495 km.
Esta cámara, en conjunto con la VIS-NIR, son sensibles a los rangos de luz visible, infrarrojo cercano y de onda corta, y servirán para medir el color del mar (o radiancia emergente de la superficie del mar), que se relaciona con la composición del agua bajo parámetros que incluyen, por ejemplo, la concentración de la Clorofila-a.
Esta variable se relaciona con el contenido del fitoplancton, el primer eslabón de la cadena alimentaria del mar, por lo que es un indicador directo de la presencia y distribución de los peces.
Leandro Rocco, del equipo de CONAE, explicó que “estos ensayos realizados sobre el EOM de la cámara NIR-SWIR son de gran importancia para la misión SABIA-MAr, ya que permiten caracterizar su comportamiento en las condiciones controladas del laboratorio, lo cual ayuda a comprender cómo se va a comportar el instrumento una vez que se encuentre en el espacio. También ayuda a identificar y corregir problemas en tierra, que luego cuando el satélite se encuentre en órbita serían mucho más difíciles de corregir”.
Resultados positivos
“Los trabajos involucraron la evaluación del desempeño de un EOM integrado, compuesto por los filtros, las lentes, el sensor de imagen y su electrónica de proximidad, que permite controlar al sensor y adquirir los datos que luego son almacenados y procesados para extraer información útil para caracterizar y calibrar el instrumento”, explicó Sebastián Heredia, de la Gerencia de Vinculación Tecnológica de la CONAE.
“Para ello, utilizamos el espectroradiómetro de la CONAE, que sirve como instrumento de transferencia con trazabilidad a estándares internacionales, y una esfera integradora calibrada, también de la CONAE, la cual permite caracterizar el comportamiento del sensor ante diferentes condiciones de luz similares a la que tendrá el instrumento cuando se encuentre a bordo del satélite en órbita”, agregó.
Durante las pruebas también se empleó un monocromador de INVAP, cuya función es emitir un haz de luz a una longitud de onda específica y configurable, para evaluar la respuesta del sensor ante estas excitaciones en todo el rango espectral en el cual el instrumento es sensible.
“Fue una campaña exitosa y fructífera, ya que logramos cumplir con los objetivos que se habían planteado”, sentenció Heredia.
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