Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), dijo que había “luz al final del túnel” respecto a los esfuerzos por llevar el Ariane 6 a la plataforma de lanzamiento y restaurar el acceso independiente de Europa al espacio.
El nuevo vehículo de lanzamiento pesado de Europa se ha retrasado por fallos técnicos, lo que ha dejado al Viejo Continente sin su propio lanzador.
Sin embargo, Aschbacher anticipó que se definiría un período de lanzamiento más preciso para 2024 después de una prueba de disparo de larga duración prevista para el próximo 23 de noviembre.
“Creo que es justo decir que estamos viendo la luz al final del túnel. Tenemos la esperanza de estar en un buen camino para el primer vuelo”, dijo Aschbacher.
La generación anterior de cohetes europeos para cargas pesadas, el Ariane 5, fue retirada en julio, mientras que el Vega C, más pequeño, ha estado en tierra desde el 22 de diciembre después de un lanzamiento fallido.
A esto se suma que la tercera vía tradicional de Europa hacia el espacio, el programa ruso Soyuz, fue interrumpido el año pasado tras la invasión rusa de Ucrania.
“Estamos en una crisis de lanzadores. Esto es algo muy crítico para Europa”, explicó Aschbacher, quien también destacó los esfuerzos para dar a Europa una mayor presencia en la exploración espacial a medida que India y China avanzan rápidamente en la materia.
Así, hasta que el Ariane 6 esté listo, ESA dependerá de la empresa SpaceX de Elon Musk para poder llegar al espacio.
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