Con el objetivo de prevenir la fiebre hemorrágica, la CONAE se encuentra trabajando en un proyecto para elaborar mapas de cultivos, con información de origen espacial y variables ambientales, de los sitios donde se alimentan los roedores que pueden estar infectados con esta enfermedad.
La CONAE, junto con el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH), está desarrollando este nuevo proyecto de epidemiología panorámica para generar conocimiento, con el apoyo de información satelital, sobre la distribución espacial del ratón maicero (Calomys musculinus) y predecir el riesgo de infección de la Fiebre Hemorrágica Argentina (FHA).
El equipo de profesionales del área de Desarrollos y Soluciones Ambientales de la CONAE, conformado por Nazarena Rojas, Carla Celleri y Andrés Lighezzolo, ya logró confeccionar un primer Mapa de clasificación de cultivos, con información de campo y espacial, que permitiría a los profesionales del INEVH conocer los sectores sembrados con maíz con mayor potencial de ser el hábitat de los roedores.
Además, el proyecto involucra el desarrollo de un modelo de distribución espacial de las poblaciones de roedores infectados, usando los datos de la vigilancia eco-epidemiológica (lugares de presencia del ratón infectado) y variables ambientales (entre ellas la clasificación de cultivos).
El proyecto en detalle
La vigilancia eco-epidemiológica permite asociar la distribución del ratón transmisor de la Fiebre Hemorrágica Argentina, con factores ecológicos y los casos de enfermedad humana.
En este sentido, las imágenes satelitales provistas por la CONAE, sumadas a variables ambientales, ayudan a inferir cuáles son los sitios donde es probable encontrar a los roedores en campos sembrados con maíz, del cual se alimentan los ratones.
Para avanzar en el proyecto, durante 2023 las profesionales de la CONAE realizaron una campaña al este y sur de la provincia de Córdoba, para relevar lotes sembrados con maíz y generar un mapa de cultivos.
Además, participaron de una campaña de campo con el INEVH a lo largo de tres jornadas, durante los cuales se colocan las trampas para capturar a los ratones y luego hacer análisis en el laboratorio, para determinar qué especies lograron recoger y realizar evaluaciones virológicas.
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