Lejos de llegar a un acuerdo, la tensión continúa escalando en la península de corea: un cohete Falcon 9, de SpaceX, puso en órbita el primer satélite espía de Corea del Sur.
El lanzamiento se llevó a cabo desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en Clifornio y se concretó después de que Corea del Norte lanzara con éxito su propio satélite de reconocimiento militar el mes pasado.
Según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, el satélite fue puesto en órbita y poco más de una hora después del despegue “estableció con éxito comunicación con una estación terrestre en el extranjero”.
“Con este exitoso lanzamiento del satélite militar, nuestro ejército ha asegurado capacidades independientes de inteligencia, vigilancia y reconocimiento”, agregó el Ministerio de Defensa, que adelantó que el ejército surcoreano también está desarrollando un proyecto de sistema de microsatélites para un seguimiento rápido y temprano de advertencia.
El ministerio también dijo que maximizaría las capacidades de sus activos independientes de vigilancia y reconocimiento para obtener una ventaja abrumadora en la competencia con Corea del Norte.
Según el acuerdo que Seúl tiene con SpaceX, lanzará un total de cinco satélites espías de aquí a 2025 con el objetivo de tener vigilancia las 24 horas del día en la península de Corea.
El satélite lanzado el viernes es un dispositivo electroóptico e infrarrojo, mientras que los cuatro satélites siguientes contarán con un radar de apertura sintética (SAR), que puede “ver” a través de las nubes y de noche.
También avanza con sus cohetes
En una clara muestra de su capacidad tecnológica, este lunes Corea del Sur realizó con éxito el vuelo de un cohete de combustible sólido que transportaba un satélite.
El lanzamiento, que se realizó sobre el mar cerca de la isla de Jeju, representó la tercera prueba exitosa de la tecnología del cohete después de otras dos en marzo y diciembre de 2022.
Esta nueva prueba involucró tecnología desarrollada en la Agencia estatal para el Desarrollo de la Defensa, y un propulsor y un satélite producidos por Hanwha Systems de Corea del Sur.
Hanwha Systems dijo que el satélite, que se utilizará con fines civiles, incluido el monitoreo ambiental, había enviado señales con éxito al centro de control terrestre.
Corea del Norte no cede
Como era de esperar, Corea del Norte denunció lo que llamó el “doble rasero” de Estados Unidos, que condenó a Pyogyang por lanzar su satélite, pero apoya a Corea del Sur en su programa espacial.
“Corea del Norte continuará llevando a cabo la importante misión de establecer capacidades de vigilancia aeroespacial para monitorear y controlar minuciosamente los movimientos militares de Estados Unidos y otras fuerzas hostiles”, dijo la agencia espacial norcoreana.
Según Corea del Norte, ya han comenzado las operaciones de su satélite de reconocimiento: la nueva oficina de operaciones satelitales, en el Centro de Control General de la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial (NATA) de Pyongyang, comenzó a cumplir su misión el sábado y reportará la información adquirida a la oficina de reconocimiento del ejército y otras unidades importantes.
Corea del Norte dice que lanzó con éxito su primer satélite espía militar el 21 de noviembre y que ya ha obtenido fotografías de la Casa Blanca, el Pentágono, bases militares estadounidenses y “regiones objetivo” en Corea del Sur, aunque, por el momento, no ha publicado ninguna de ellas.
Desde Pyongyang también dijeron que considerarían cualquier interferencia con sus operaciones satelitales como una declaración de guerra: desde el Ministerio de Defensa de Corea del Norte explicaron que “en caso de que EE.UU. intente violar el territorio legítimo de un Estado soberano utilizando ilegal e injustamente las últimas tecnologías como arma, la RPDC considerará tomar medidas de respuesta de autodefensa para socavar o destruir la viabilidad de los satélites espías de EE.UU.”.
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