En plena carrera espacial entre Estados Unidos y China, Europa es cada vez más consciente de que está quedando rezagada: mientras que el vuelo final del cohete italiano Vega se retrasó por el faltante de piezas cruciales, la última prueba del Ariane 6 fue abortada.
En el caso del despegue final del Vega C, que estaba previsto para la primavera europea de 2024, se retrasó hasta noviembre como consecuencia de que dos de sus cuatro tanques de combustible desaparecieran en una fábrica en Italia.
Específicamente, los tanques habían sido encontrados “aplastados” e inutilizables en un basurero, junto con otros restos de metal. Por lo tanto, al no haber repuestos, ahora el plan es adaptar tanques ligeramente más grandes.
Según la agencia espacial francesa, Vega C funciona con propulsor almacenado en cuatro tanques esféricos de 142 litros. El cohete falló en su segunda misión hace poco menos de un año, destruyendo dos satélites de imágenes.
Respecto al Ariane 6, a principios de diciembre una prueba de su etapa superior debió ser abortada, aunque esto no debería afectar los planes para un lanzamiento inaugural entre junio y julio de 2024.
La prueba de encendido en caliente de la etapa superior en Lampoldshauen, Alemania, el 7 de diciembre, fue diseñada para estudiar los límites operativos en condiciones degradadas y otros factores.
Sin embargo, se detectó una interrupción a los dos minutos de iniciar la prueba de disparo y el fabricante ArianeGroup continúa analizando los motivos de dicho fallo.
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