Ante la celebración de una nueva Navidad, y en un momento en el que se habla más que nunca del regreso de los seres humanos a la Luna, es oportuno recordar que este año se celebra un nuevo aniversario de una de las fotos más importantes de la historia.
El 21 de diciembre de 1968, en plena carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética, se llevó a cabo la misión Apolo 8, la primera misión tripulada de la NASA hacia la Luna.
Ese día, los astronautas William Anders, Frank Borman y James Lovell despegaron en un cohete Saturno V con el objetivo de probar la eficiencia del sistema Apolo.
Pero, aunque estos astronautas fueron los primeros seres humanos en abandonar la órbita terrestre, y pese a que dieron 10 vueltas alrededor de la Luna, su gran legado fue la fotografía conocida como Earthrise, o “salida/amanecer de la Tierra”.
Durante las primeras órbitas alrededor del satélite natural, la tripulación de Apolo 8 estaba cabeza abajo. Sin embargo, una maniobra les permitió girar la nave y quedar en una posición normal.
Y ahí fue cuando, el 24 de diciembre de 1968, Anders vio como la Tierra, con colores azules, blancos y verdes, emergía en un mar oscuro sobre el horizonte de la Luna.
“De pronto vi la Tierra que emergía sobre la superficie lunar y sin perder tiempo comencé a disparar con la cámara”, explicó en 2018 el propio Anders.
“La Tierra emergía. Jamás habíamos hablado de este momento, no había instrucciones. Yo dije en broma, ‘esto no estaba en el plan de vuelo'”, agregó Anders, que tenía la única cámara a color y con lente de zoom.
En total, Anders tomo entre 10 y 12 fotos ese día, mientras que sus compañeros tomaron otras en blanco y negro. Toda la tripulación regresó a la Tierra el 27 de diciembre y, tres días después, el 30 de diciembre, la NASA reveló una de las fotografías más maravillosas en la historia de la humanidad.
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