A partir de este lunes 8 de enero, comenzará la primera misión estadounidense desde 1972 que intentará aterrizar en la Luna. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en aquel año con la misión Apolo 17 de la NASA, en esta oportunidad será una empresa privada la que intentará alunizar.
El lunes, se llevará a cabo el primer lanzamiento del cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA) desde Cabo Cañaveral, Florida. Este transportará el módulo de aterrizaje lunar Peregrine de Astrobotic que intentará aterrizas en la Luna a finales de febrero.
Peregrine ya ha completado todos los pasos necesarios para ser lanzado al espacio y por ello ya ha sido apilado sobre el cohete Vulcan Centaur.
El alunizaje del módulo está previsto para el 23 de febrero y, si se concreta de manera exitosa, no solo representará la vuelta de EE.UU. a la Luna, sino que además será la primera vez que una nave espacial privada se posa en el satélite natural.
John Thornton, CEO de Astrobotic, consideró que “aterrizar en la superficie de la Luna es increíblemente difícil. Dicho esto, nuestro equipo ha superado continuamente las expectativas y ha demostrado un ingenio increíble durante las revisiones de vuelo, las pruebas de la nave espacial y las principales integraciones de hardware. Estamos listos para el lanzamiento y para el aterrizaje”.
Luego del lanzamiento, Peregrine se separará del cohete, se encenderá y establecerá comunicaciones con la Tierra. En esta etapa, la telemetría fluirá a través del sistema de la Red de Espacio Profundo de la NASA hasta el Centro de Control de Misiones Astrobóticas en Pittsburgh.
Luego, unos 40 minutos después de la separación del cohete Vulcan, el sistema de propulsión de Peregrine se activará y comenzará a recibir órdenes del Centro de Control de Misión de Astrobotic.
Entre las primarias medidas que se tomarán, se encenderán los propulsores para apuntar los paneles solares de Peregrine al Sol y comenzar a cargar su batería. Finalmente, se espera que, tras su viaje, el 23 de febrero aterrice en la Luna.
Peregrine transportará un conjunto de cargas útiles robóticas de la NASA como parte de una entrega de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS).
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