Días después de que la NASA anunciara que la misión de su helicóptero Ingenuity en Marte llegó a su fin, la agencia dijo que su rover Perseverance ha recopilado datos que confirman la existencia de antiguos sedimentos lacustres en el planeta rojo.
Específicamente, los sedimentos fueron depositados por el agua que alguna vez llenó una cuenca gigante conocida como Cráter Jerezo.
Así, los hallazgos de las observaciones de radar de penetración terrestre, realizadas por Perseverance, confirmaron imágenes orbitales anteriores que llevaron a los científicos a teorizar que partes de Marte alguna vez estuvieron cubiertas de agua, incluso albergando vida microbiana.
En este sentido, la nueva investigación se basó en escaneos del subsuelo realizados por el rover, a lo largo de varios meses de 2022, a medida que avanzaba por la superficie desde el suelo del cráter hasta una extensión adyacente de características sedimentarias que se asemejan, desde la órbita, a los deltas de los ríos que se encuentran en la Tierra.
Los sondeos del instrumento de radar RIMFAX permitieron a los científicos mirar bajo tierra para obtener una vista transversal de capas de roca de 20 metros de profundidad.
Esas capas proporcionan evidencia inequívoca de que los sedimentos del suelo transportados por el agua fueron depositados en el cráter Jerezo y su delta desde un río que lo alimentaba, tal como ocurre en los lagos de la Tierra. Así, se suma un nuevo argumento en favor de la idea de que Marte alguna vez fue cálido, húmedo y quizás habitable.
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