Intuitive Machines, dueña del módulo Odysseus, dijo que la nave ese encuentra “viva y coleando” en la Luna.

El pasado jueves, Odysseus se convirtió en la primera nave espacial privada en aterrizar en la Luna. Sin embargo, aunque llegó intacta al satélite natural, el módulo de seis patas tropezó con sus propios pies cuando se acercaba al final de su descenso.

Por ello, terminó volcando y quedó de lado, apoyada sobre una roca, aunque la buena noticia es que “está estable”, según Intuitive Machines.

“Tenemos comunicaciones con el módulo de aterrizaje” y los operadores de control de la misión están enviando comandos al vehículo, agregaron desde la empresa.

Así, aunque la posición lateral del módulo está lejos de ser ideal, todas, menos una de las seis cargas útiles de ciencia y tecnología de la NASA, estaban montadas en partes del vehículo que quedaron bien posicionadas y pueden recibir comunicaciones.

Sin embargo, dos de las antenas de Odysssues quedaron apuntando a la superficie, circunstancia que limitará las comunicaciones con el módulo de aterrizaje en sí.

Imagen tomada por Odysseus del cráter Schomberger en la Luna.

Un problema de última hora

El jueves, la nave sufrió un problema con su sistema de navegación, lo que obligó a los controladores de vuelo a emplear una solución alternativa no probada para evitar lo que podría haber sido una catástrofe.

Específicamente, los telémetros originales, impulsados ​​por láser, habían quedado inservibles porque los ingenieros de la compañía, sin darse cuenta, no desbloquearon un interruptor de seguridad antes del lanzamiento del módulo.

Por ello, conscientes de que no podrían encender los telémetros durante los últimos cinco minutos del descenso, y de que el software existente a bordo de la nave no podía anular el bloqueo de seguridad para activar los telémetros, los ingenieros escribieron un software que dirigiera el módulo de aterrizaje.

Así, gracias a este accionar, a lo que se sumó el uso del Lidar de la NASA (un sistema de detección remota que utiliza pulsos rápidos de luz y sus reflejos para juzgar las distancias entre los objetos), Odysseus logró aterrizar exitosamente.

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