El pasado miércoles, China lanzó los satélites DRO-A y B desde el centro de lanzamiento de satélites de Xichang, pero los objetos no habrían ingresado en la órbita designada.
Aparentemente, los artefactos estaban destinados a orbitar la Luna, pero se perdieron luego de un problema con la etapa superior de un cohete Long March 2C.
La nave despegó desde Xichang a las 8:51 am hora del Este (12:51 UTC), aunque el medio estatal Xinhua fue el primero en reconocer que las naves no habían sido insertados con precisión en su órbita designada por la etapa superior del cohete (Yuanzheng-1S).
Actualmente, se desconoce si la nave espacial y su misión podrán salvarse, ni tampoco se sabe en qué órbita se encuentran los satélites.
Xinhua no proporcionó detalles sobre la naturaleza de los satélites, aunque se cree que la pareja estaba destinada a entrar en una órbita retrógrada distante (DRO) alrededor de la Luna.
Los satélites DRO-A y B están diseñados para comunicarse con otro satélite, llamado DRO-L, en órbita terrestre baja (LEO).
China no había indicado planes para un lanzamiento lunar ni había declarado oficialmente el propósito de los satélites DRO-A/B. Sin embargo, el grupo de concienciación sobre el dominio espacial de la Fuerza Espacial de EE.UU. no ha informado de ningún objeto nuevo en LEO, lo que refuerza la idea de que DRO-A y B tenían como destino final la Luna.
El incidente representa el problema de lanzamiento más grave con los cohetes Long March desde abril 2020, cuando el satélite Palapa-N1 de Indonesia se perdió debido a una falla en la tercera etapa del Long March 3B.
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