La semana pasada, Rusia fue noticia cuando, tras dos intentos fallidos, concretó con éxito un lanzamiento de prueba con su cohete Angara-A5.
El lanzamiento, el primero desde el cosmódromo Vostochny en el Lejano Oriente, puso con éxito una carga de prueba en órbita baja.
El Angara-A5 es el primer cohete espacial postsoviético de Rusia que, en los últimos diez años, apenas ha realizado cuatro vuelos de prueba.
Pero, pese a la importancia del proyecto, la semana Moscú se vio golpeada cuando abortó dos lanzamientos debido a un mal funcionamiento del sistema de presurización y por un problema con el sistema de control de lanzamiento del motor.
Por ello, intentando llevar calma, Yuri Borisov, el jefe de la agencia espacial estatal Roscosmos, dijo que Rusia ya está trabajando en un cohete Angara-A5M modernizado capaz de lanzar naves espaciales tripuladas. El cohete estaría listo en 2027.
“Ya por orden de Roscosmos se está creando un cohete Angara-A5M modernizado con un motor de propulsión más potente”, agregó.
Además, adelantó que el cohete se convertiría en el principal medio para poner en órbita naves espaciales tripuladas y módulos de próxima generación.
Actualmente, el Angara es un cohete de tres etapas, de 54,5 metros de alto, que pesa unas 773 toneladas y puede transportar unas 24,5 toneladas al espacio.
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