En un hallazgo más que sorprendente, un grupo de astrónomos descubrió el primer planeta rocoso con atmósfera más allá de nuestro sistema solar.
Sin embargo, el planeta, que poseería una superficie de roca fundida, no ofrecería ninguna posibilidad de ser habitado.
Conocido como “55 Cancri e” o “Janssen”, este es una “súper Tierra”: un mundo rocoso significativamente más grande que nuestro planeta, pero más pequeño que Neptuno.
Además, el planeta orbita muy cerca de una estrella más tenue y ligeramente menos masiva que nuestro Sol, lo que le permite completar una órbita cada 18 horas más o menos.
El descubrimiento de la atmósfera
Respecto a la atmósfera, fueron las observaciones infrarrojas, realizadas con dos instrumentos a bordo del telescopio espacial James Webb, las que indicaron su presencia.
“La atmósfera probablemente sea rica en dióxido de carbono o monóxido de carbono, pero también puede contener otros gases como vapor de agua y dióxido de azufre. Las observaciones actuales no pueden precisar la composición atmosférica exacta”, dijo el Renyu Hu, autor principal del estudio.
Los datos de Webb tampoco dejaron en claro el espesor de la atmósfera, aunque Hu consideró que podría ser tan espesa como la de la Tierra o incluso más espesa que la de Venus, cuya atmósfera tóxica es la más densa de nuestro sistema solar.
El planeta es aproximadamente 8,8 veces más masivo que la Tierra y tiene un diámetro aproximadamente el doble que el de nuestro planeta.
Además, orbita su estrella a una vigésima quinta parte de la distancia entre Mercurio, el planeta más interno de nuestro sistema solar, y el Sol, lo que explica que la temperatura de su superficie es de aproximadamente 3140 grados Fahrenheit (1725 grados Celsius/2000 grados Kelvin).
El planeta está situado en nuestra galaxia, la Vía Láctea, a unos 41 años luz de la Tierra, en la constelación de Cáncer.
Lo llamativo de Janssen es que, al estar tan cerca de su estrella, cualquier atmósfera debería ser despojada por la irradiación estelar y los vientos.
Sin embargo, los gases disueltos en el vasto océano de lava, que se cree cubre el planeta, podrían seguir burbujeando para reponer la atmósfera.
Hasta ahora, todos los exoplanetas en donde se descubrieron atmósferas eran planetas gaseosos, no rocosos.
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