En el marco de su carrera espacial contra China y Rusia, Estados Unidos sumó un nuevo aliado : Lituania se convirtió en el país número 40 en firmar los Acuerdos Artemisa de exploración lunar de la NASA.
Durante una ceremonia celebrada en Vilna, el 15 de mayo, Bill Nelson, administrador de la NASA, le dio la bienvenida a Lituania y consideró que “nuestras naciones son socios fuertes, y ahora expandimos esta asociación al cosmos”.
“En tan solo cuatro años, 40 países han firmado los Acuerdos de Artemisa. Juntos, como coalición global, exploraremos las estrellas abiertamente, de manera responsable y en paz”, agregó.
Cabe recordar que la NASA planean enviar nuevamente astronautas a la Luna en 2026.
Sin embargo, más allá de los fines científicos de la misión, Washington tiene la intención de llegar a la Luna antes que China, ya que teme que Pekín se “apropie” del satélite natural si llega primero.
Tanto EE.UU. como China planean establecer una presencia humana permanente en la Luna y sus alrededores para fines de esta década.
Por el momento, además de Argentina, entre los signatarios del Programa Artemisa se destacan Francia, Alemania, India, Israel, Japón, Corea del Sur y el Reino Unido, entre otros.
La adhesión de Lituania se dio tan solo un día antes de la histórica cumbre en Pekín entre los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, respectivamente.
En ella, además de calificar a Estados Unidos como una potencia hegemónica agresiva, ambos líderes acordaron profundizar su “asociación estratégica”: en una declaración conjunta de 7.000 palabras sobre “la profundización de la asociación integral y la cooperación estratégica que entra en una nueva era”, los dos líderes señalaron posiciones en todo, desde la economía y el espacio hasta la defensa, Ucrania y Taiwán.
Justamente, la semana pasada, Yuri Borisov, jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, confirmó que su país ha comenzado a desarrollar, junto a China, una planta de energía nuclear para su estación espacial conjunta que establecerán en la Luna.
La idea de Moscú y Pekín es instalar la planta en la Luna entre 2033 y 2035, ya que los paneles solares no podrían proporcionar suficiente electricidad para alimentar futuros asentamientos lunares.
Pero más allá de su alianza con Rusia, China ya ha reclutado otros socios internacionales para que la ayuden en este esfuerzo, como Azerbaiyán, Bielorrusia, Etiopía, Kenia y Serbia.
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