En una nueva demostración del poderío espacial chino, este fin de semana la nave Chang’e-6 aterrizó con éxito en la cara oculta de la Luna.
La noticia fue confirmada por la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) que dijo que a las “a las 6:23 a.m. del 2 de junio, Chang’e-6, con el apoyo del satélite de retransmisión Queqiao-2, aterrizó con éxito en el área de aterrizaje preseleccionada en la cuenca del Polo Sur-Aitken en la parte posterior de la Luna”.
“Esta es una misión histórica que tiene como objetivo recuperar rocas y suelo de la superficie lunar”, agregó la CNSA.
Ahora, Chang’e-6 recolectará tierra y rocas de la cara oculta de la Luna, es decir del lado que permanentemente no se ve desde la Tierra.
Teniendo en cuenta esto último, Chang’e-6 dependerá de la ayuda de Queqiao-2, el mismo que apoyará las misiones no tripuladas Chang’e-7 y 8 en 2026 y 2028, respectivamente, cuando China comience a explorar el polo sur en busca de agua.
Por otro lado, con este aterrizaje China también logró un nuevo récord, ya que, hasta ahora, el aterrizaje más al sur de la Luna jamás realizado lo hizo en febrero el IM-1, una misión conjunta entre la NASA y la empresa privada Intuitive Machines.
El retorno de muestras de Chang’e-6 es muy esperado porque podría arrojar más luz sobre la evolución temprana de la Luna y el sistema solar.
Hasta ahora, todas las muestras lunares tomadas por Estados Unidos y la ex Unión Soviética, en la década de 1970, y China, en 2020, proceden de la cara visible de la Luna.
Chang’e-6 recolectará alrededor de 2 kilogramos de muestras con una pala mecánica y un taladro.
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