Este fin de semana, Virgin Galactic llevó a cuatro turistas al borde del espacio en su avión espacial, lo que representó el segundo vuelo de este año para la compañía.
La misión Galactic 07 transportó a pasajeros turcos, estadounidenses e italianos a una altitud de 88,51 km en un vuelo que duró poco más de una hora.
Según la empresa, la misión despegó y regresó al Spaceport America en Nuevo México el sábado.
“No consideramos que nuestra misión de llevar a la gente al espacio sea ‘turismo’. Aquellos que vuelan con nosotros se convierten en astronautas en lo que es un viaje muy reflexivo y con propósito que comienza cuando compran un boleto”, explicó la empresa.
En su sitio web, la compañía afirma que los boletos de vuelos espaciales cuestan UAS$ 450.000, aunque no se reveló lo que realmente pagaron los pasajeros.
Este fue el último vuelo comercial del avión VSS Unity, ya que Virgin Galactic ahora está produciendo sus naves espaciales de cuarta generación que se espera que entren en servicio comercial en 2026.
“Ver a nuestra nave espacial pionera regresar del espacio en su último vuelo comercial fue un momento impresionante y de orgullo, ya que celebramos los logros sin precedentes de la nave en los vuelos espaciales tripulados y generamos impulso para el lanzamiento de nuestras primeras naves de la Clase Delta en 2026”, dijo Michael Colglazier, CEO de Virgin Galactic.
Galactic 07′ también voló dos cargas útiles autónomas respaldadas por el programa Flight Opportunities de la NASA: una era un experimento de la Universidad de Purdue para estudiar el chapoteo de propelente para aplicaciones de propulsión de naves espaciales.
Por otra parte, el otro experimento, de la Universidad de California, Berkeley, era para probar una nueva tecnología de impresión 3D en microgravedad.
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