Tras el exitoso cuarto vuelo del Starship, SpaceX se prepara para el ansiado quinto vuelo: el equipo en la Starbase probó los “palillos” de la torre para la próxima captura del propulsor Super Heavy.
A principios de mes, SpaceX realizó el cuarto vuelo de prueba del cohete más poderoso jamás construido y consiguió importantes logros entre los que se destacan una nueva separación exitosa de etapas.
Además, tras la separación, el propulsor Super Heavy amerizó suavemente en el Golfo de México a los siete minutos y 24 segundos de vuelo.
Por su parte, la segunda etapa hizo una reentrada controlada, superando con éxito las fases de calentamiento máximo de la atmósfera a velocidades hipersónicas, y amerizó suavemente en el Océano Índico una hora y seis minutos después del lanzamiento.
Nuevos objetivos
Pero ahora, de cara al quinto vuelo, SpaceX irá mucho más allá: quieren que, tras el lanzamiento, la nave aterrice en tierra y sea atrapada por los brazos de la torre de lanzamiento.
Conocida como “Catch booster”, la maniobra permitiría la reutilización del Starship, ya que la plataforma, conocida como Mechazilla, recibirá el propulsor con sus brazos mecánicos.
“Devolver el propulsor después del lanzamiento es una capacidad fundamental para que Starship se vuelva reutilizable de manera rápida y confiable”, dijo SpaceX tras la prueba de esta semana.
Cabe recordar que la FAA evaluó las operaciones del cuarto vuelo del Starship y determinó que todos los eventos de vuelo parecen haber ocurrido dentro del alcance de las actividades planificadas y autorizadas.
Por ello, no realizará una investigación, lo que acelerará el proceso para que el Starship sea lanzado por quinta vez, posiblemente en julio.
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