No es ninguna novedad que, en los próximos años, Rusia abandonará la Estación Espacial Internacional (EEI), pese a que se proyecta que a la unidad le quedan varios años de vida útil.
Sin embargo, debido a sus constantes choques con Occidente, Moscú cree que la mejor opción será manejar su propia estación.
Por ello, esta semana su agencia espacial Roscosmos confirmó que tiene como objetivo crear el núcleo de cuatro módulos de su nueva estación espacial orbital planificada para 2030.
El director de Roscosmos, Yuri Borisov, firmó el cronograma con los directores de 19 empresas involucradas en la creación de la nueva estación.
En este sentido, la agencia confirmó planes para lanzar un módulo científico y energético inicial en 2027, mientras que se agregarían tres módulos más para 2030 y otros dos entre 2031 y 2033.
Rusia anunció en 2022, tras el inicio de la guerra en Ucrania, que abandonaría el proyecto de la Estación Espacial Internacional para construir su propia unidad.
Inicialmente dijo que abandonaría la estación después de 2024, aunque luego prolongó su participación hasta 2028.
Además del diseño y la fabricación de los módulos, Roscomos dijo que el cronograma incluye pruebas de vuelo de una nave espacial tripulada de nueva generación y la construcción de cohetes e infraestructura terrestre.
Según la agencia espacial rusa, la nueva estación le permitirá a Moscú “resolver problemas de desarrollo científico y tecnológico, economía nacional y seguridad nacional que no están disponibles en el segmento ruso de la EEI debido a las limitaciones tecnológicas y los términos de los acuerdos internacionales”.
La noticia sale a la luz pocos días después de que EE.UU. le encomendara a SpaceX la construcción de una nave para desorbitar la EEI cuando esta llegue al final de su vida útil.
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