En plena carrera espacial, el principal objetivo de la NASA es enviar astronautas (nuevamente) a la Luna antes de que China lo haga.

Por ello, en una increíble secuencia, este martes la agencia espacial estadounidense desplegó la etapa central del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial) para el vuelo de prueba Artemisa II.

La NASA movió el enorme cohete desde su planta de fabricación en Nueva Orleans para enviarlo al puerto espacial de la agencia en Florida.

Utilizando transportadores altamente especializados, los ingenieros de la NASA maniobraron la etapa central desde el interior de la Instalación de Ensamblaje Michoud hasta la barcaza Pegasus.

Y ahora, Pegasus transportará la etapa central más de 1.400 km hasta el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, donde los ingenieros la prepararán en el Edificio de Ensamblaje de Vehículos para su conexión a otros elementos y la nave espacial Orion.

“Con Artemisa, nos hemos propuesto hacer algo grande e increíblemente complejo que inspire a una nueva generación, avance en nuestros esfuerzos científicos y avance la competitividad de Estados Unidos”, dijo Catherine Koerner, administradora asociada de la Dirección de Misiones de Desarrollo de Sistemas de Exploración de la NASA.

 “El cohete SLS es un componente clave de nuestros esfuerzos para desarrollar una presencia a largo plazo en la Luna“, agregó.

Algunas características del SLS

Cabe recordar que la etapa central del cohete SLS es la más grande que la NASA ha producido jamás: con una altura de casi 65 metros, consta de cinco elementos principales, incluidos dos enormes tanques de propelente que, en conjunto, contienen más de 2.800.000 litros de propelente líquido para alimentar cuatro motores RS-25.

Durante el lanzamiento y el vuelo, la etapa funcionará durante poco más de ocho minutos, produciendo más de 2 millones de libras de empuje, para impulsar a un grupo de cuatro astronautas dentro de la nave espacial Orion hacia la Luna.

La construcción, el montaje y el transporte de la etapa central del SLS es un esfuerzo de colaboración entre la NASA, Boeing y el contratista principal de motores RS-25, Aerojet Rocketdyne, una empresa de L3Harris Technologies.

“SLS es parte de la columna vertebral de la NASA para la exploración del espacio profundo, junto con la nave espacial Orion, los sistemas terrestres de apoyo, los trajes espaciales avanzados y los rovers, el Gateway en órbita alrededor de la Luna y los sistemas comerciales de aterrizaje humano. El SLS es el único cohete que puede enviar Orión, astronautas y suministros a la Luna en un solo lanzamiento”, sentenció la NASA con orgullo.

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