El Sistema Aéreo de Combate del Futuro (FCAS, por sus siglas en inglés) está en camino de convertirse en el primer programa de defensa a gran escala que incorpora inteligencia artificial (IA) de manera integral. Este ambicioso proyecto europeo, liderado por Alemania, Francia y España, con Bélgica como observador, promete revolucionar la aviación militar para la década de 2040.
Según informes recientes de Defense News, la IA jugará un papel crucial en prácticamente todos los aspectos del FCAS, desde el desarrollo de la plataforma hasta las decisiones tácticas en el campo de batalla. La innovación más destacada es la implementación de “fieles copilotos”, drones autónomos que acompañarán a las aeronaves tripuladas para potenciar sus capacidades.
Thomas Grohs, jefe de capacidades futuras de Airbus e ingeniero jefe del proyecto FCAS, explicó que estos drones requerirán un alto grado de automatización y autonomía. “No queremos tener que controlarlos desde una cabina con un mando y un acelerador”, afirmó Grohs, subrayando la necesidad de desarrollar una inteligencia que optimice la interacción entre pilotos humanos y sistemas autónomos.
Siempre online
Un aspecto clave del proyecto es la conectividad permanente entre todos los componentes del sistema. La empresa NeuralAgent, con sede en Múnich, está trabajando en un enfoque innovador de “agente de IA” para lograr este objetivo. En lugar de utilizar un algoritmo centralizado basado en la nube, cada dron “wingman” operará de forma autónoma con modelos más pequeños y gestionados localmente, intercambiando información a través de diversos canales de comunicación.
Onur Deniz, fundador de NeuralAgent, afirmó que este enfoque permitirá construir redes rápidamente en zonas de conflicto o apagón. Las simulaciones han demostrado una conectividad del 95% en entornos de guerra electrónica adversos, superando ampliamente a los modelos centralizados tradicionales.
El rol del piloto en la era IA
El papel del piloto también se redefinirá radicalmente en el FCAS. Según Grohs, los pilotos se convertirán en “operadores de misión”, elevándose por encima de su propia aeronave para gestionar todo el conjunto de activos, tripulados y no tripulados. Incluso las aeronaves tripuladas tendrán la opción de volar de forma completamente autónoma, permitiendo a los pilotos concentrarse en la gestión estratégica de la misión.
En cuanto a la toma de decisiones, Grohs explicó que la IA afectará a todos los elementos del “bucle OODA” (Observar, Orientar, Decidir y Actuar). Los algoritmos mejorarán la calidad de las imágenes de los sensores y participarán en el desarrollo de líneas de acción. Sin embargo, el grado en que la IA tomará decisiones de selección de objetivos por sí sola sigue siendo objeto de debate.
El proyecto FCAS representa una inversión significativa en recursos humanos y tecnológicos. Solo en Airbus, más de 1.400 personas trabajan actualmente en esta plataforma de combate aéreo de nueva generación. Para gestionar la complejidad del proyecto, que involucra a innumerables empresas y miles de ingenieros, se está desarrollando una “sala de montaje digital” que permitirá mejorar los flujos de trabajo, intercambiar datos y garantizar la interoperabilidad.
El debate por la implementación de la IA
Sin embargo, el avance de la autonomía en sistemas de armas no está exento de controversia. Organizaciones no gubernamentales y expertos en armas autónomas han expresado preocupaciones sobre la delegación excesiva de poder a las máquinas. Entre los problemas señalados se encuentran la falta de fiabilidad de la visión artificial, la opacidad en la toma de decisiones de las máquinas y el riesgo de aplicar una mentalidad táctica a cuestiones con implicaciones estratégicas.
Grohs, por su parte, no descarta que el FCAS pueda cambiar entre modos de operación más o menos autónomos según las reglas de enfrentamiento aplicables en cada conflicto. “No veo una gran diferencia entre las decisiones autónomas y las humanas”, afirmó el ingeniero jefe de Airbus, recordando que ninguna decisión, sea de IA o humana, puede garantizarse como 100% correcta.
El FCAS representa un salto cualitativo en la integración de la IA en sistemas de defensa, prometiendo transformar radicalmente la aviación militar. Sin embargo, el camino hacia su implementación estará marcado por debates éticos y técnicos sobre el papel de la autonomía en la guerra moderna.
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