La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) confirmó que el cohete Falcon 9 de SpaceX ha sido autorizado a regresar al espacio.
Desde el 11 de julio, fecha en la que hubo un lanzamiento fallido del Falcon 9, el cohete se encuentra en tierra.
Sin embargo, tras una exhaustiva investigación, la FAA dijo que no encontró ningún problema de seguridad pública en la anomalía que ocurrió durante ese lanzamiento y que el cohete puede volver a las operaciones de vuelo mientras continúa la investigación general.
¿Qué fue lo que sucedió?
Específicamente, una hora después de que el Falcon 9 despegara desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, la segunda etapa del cohete no logró reactivarse y desplegó sus 20 satélites Starlink en una órbita mucho más baja de lo planeado, condenándolos a ser destruidos.
Esta representó la primera falla de un Falcon 9 en más de siete años y, según SpaceX, el inconveniente estuvo relacionado con una fuga de oxígeno líquido que provocó un enfriamiento excesivo de uno de los componentes de su motor y dañó su hardware.
“La causa de la fuga se identificó como una grieta en una línea de detección de un sensor de presión conectado al sistema de oxígeno del vehículo. Esta línea se agrietó debido a la fatiga causada por la alta carga de la vibración del motor y la holgura en la abrazadera que normalmente constriñe la línea”, agregó SpaceX.
Pero ahora, ya con el problema resuelto, el Falcon 9 está listo para regresar el ruedo: si el clima lo acompaña, SpaceX tiene como objetivo lanzar 23 satélites Starlink a la órbita terrestre baja este sábado 27 de julio.
El cohete despegará desde el Complejo de Lanzamiento 39A (LC-39A) en el Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Florida.
Este será el vuelo número 17 del propulsor de primera etapa que apoyará la misión, que anteriormente lanzó CRS-24, Eutelsat HOTBIRD 13F, OneWeb 1, SES-18 y SES-19, y 12 misiones Starlink.
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