Tal como informó Shephard Press, la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF) ha anunciado planes ambiciosos para el lanzamiento de “cientos de satélites” en los próximos dos años, como parte de un esfuerzo por proteger sus activos frente a las crecientes amenazas de Rusia y China. Este movimiento forma parte del programa Evolved Strategic SATCOM (ESS), que busca reemplazar la constelación de satélites Advanced Extremely High Frequency (AEHF) con una flota de satélites en órbita terrestre baja (LEO) más pequeños y económicos.
Melissa Dalton, subsecretaria de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., reveló durante un seminario web organizado por el Brookings Institution que la USSF tiene múltiples demostraciones en marcha y prevé más en los próximos años. “Todavía queda mucho por hacer en el ámbito espacial y para que nuestra Fuerza Espacial disponga de las capacidades que necesita”, afirmó Dalton.
Contexto estratégico y tecnológico
El programa ESS, dotado con 8.000 millones de dólares, fue concebido en 2019 como un programa de adquisición de nivel medio de la USAF. Su objetivo es proporcionar comunicaciones seguras y resistentes a interferencias para activos terrestres, marítimos y aéreos en todo el mundo, incluyendo el Ártico. Además, el ESS apoyará misiones de mando, control y comunicaciones nucleares (NC3) en todos los entornos operativos, ofreciendo soluciones ciberseguras y flexibles diseñadas con una arquitectura modular de sistemas abiertos.
En 2020, el Mando de Sistemas Espaciales adjudicó contratos a Northrop Grumman, Boeing y Lockheed Martin para desarrollar rápidamente prototipos de cargas útiles de comunicaciones estratégicas por satélite. En 2023, la USSF amplió estos esfuerzos con dos contratos adicionales de 30 millones de dólares cada uno a equipos liderados por Lockheed y Raytheon, para el desarrollo de la parte de Marco e Integración del ESS.
Amenazas extranjeras
La intensificación de estos esfuerzos responde a las crecientes amenazas de armas antisatélite (ASAT) desarrolladas por Rusia y China. En junio, el Pentágono confirmó que Rusia había lanzado un satélite LEO que podría ser un arma contraespacial, capaz de atacar otros activos espaciales estadounidenses. Además, la Casa Blanca desclasificó información sobre el desarrollo de una capacidad nuclear rusa destinada a ser puesta en órbita en el espacio exterior.
Por su parte, China ha demostrado su capacidad ASAT en varias ocasiones, incluyendo la destrucción de un satélite meteorológico en 2007 y el lanzamiento de un cohete suborbital en 2013, considerado un sistema ASAT por la comunidad internacional. En 2018, los medios estatales chinos anunciaron una prueba con un misil balístico exoatmosférico con potencial para misiones antisatélite.
Implicaciones y perspectivas
La Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para el año fiscal 2024 incluye una inversión de más de 5.000 millones de dólares en instalaciones, sistemas y tecnologías espaciales y de satélites. Sin embargo, la capacidad de EE.UU. para contrarrestar ataques de sistemas nucleares en el espacio sigue siendo una preocupación.
Dalton destacó que un modelo más proliferado de cientos de satélites LEO podría elevar el coste de comportamientos irresponsables en el espacio por parte de actores adversarios. “Inclinarse por un modelo más proliferado de cientos de satélites, no solo unos pocos exquisitos, puede permitir a EE.UU. asegurar su funcionamiento SATCOM”, señaló.
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