La noche del miércoles no fue una más para Arianespace, ya que lanzó el último cohete Vega, colocando el satélite Sentinel-2C en órbita en el marco del programa Copernicus de la Unión Europea.

El cohete de un solo cuerpo, que no tiene propulsores atados a su costado a diferencia de los vehículos más grandes, despegó desde una base en la Guayana Francesa a las 10.50 p.m. hora local del 4 de septiembre (01:50 GMT del 5 de septiembre).

Así, el cohete, diseñado por la empresa italiana Avio, despegó por última vez después de 12 años de servicios.

Ahora, la nave será remplazada por el actualizado Vega C, que regresará al servicio a finales de este año, después de haber estado en tierra tras un fallo de lanzamiento en diciembre de 2022.

Una de las últimas imagenes del Vega C

El proyecto Copernicus

Respecto a los satélites, el Sentinel-2C sustituirá al Sentinel-2A, que forma parte de un par de unidades que operan en el marco del programa Copernicus.

Construido por Airbus Defence & Space, el Sentinel-2C se utilizará para estudiar la deforestación, el desarrollo urbano y emergencias como incendios forestales, inundaciones o erupciones volcánicas.

La Agencia Espacial Europea, que colabora con la UE en el proyecto, ha dicho que Copernicus es el mayor esfuerzo de monitoreo ambiental del mundo.

En conjunto, las seis familias de satélites Sentinel del programa tienen como objetivo leer los “signos vitales” del planeta, desde el dióxido de carbono hasta la altura de las olas o las temperaturas de la tierra y los océanos.

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