La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) no autorizó a Starship a volar hasta fines de noviembre. De acuerdo a la agencia, SpaceX debe cumplir con todos los requisitos de seguridad, ambientales y de licencia, previo a la autorización de lanzamiento

Starship sin volar hasta noviembre

El cohete Starship, el más grande y poderoso jamás construido, realizó su cuarto vuelo en junio, y desde entonces, SpaceX ha estado preparándose para la quinta misión. Sin embargo, según la FAA, esa prueba aún podría estar a unos 2,5 meses de distancia.

“La licencia actual de SpaceX que autoriza el lanzamiento del vuelo 4 de Starship también permite múltiples vuelos de la misma configuración de vehículo y perfil de misión. SpaceX decidió modificar ambos para su lanzamiento propuesto del vuelo 5 de Starship, lo que desencadenó una revisión más exhaustiva”, explicaron los funcionarios de la agencia.

“Además, SpaceX presentó nueva información a mediados de agosto que detalla cómo el impacto ambiental del Vuelo 5 cubrirá un área más extensa que la revisada previamente. Esto obliga a la FAA a consultar con otras agencias”, añadieron.

Pero SpaceX no está satisfecha con este giro de los acontecimientos: En una publicación de blog del martes 10 de septiembre, la compañía mencionó que la FAA había indicado anteriormente que la revisión de la licencia probablemente se completaría a mediados de septiembre. El vehículo Starship, que llevará a cabo el Vuelo 5, ha estado técnicamente listo para volar desde principios de agosto, añadió SpaceX, argumentando que el retraso en la licencia “no se debe a una nueva preocupación de seguridad, sino a un análisis ambiental innecesario”.

La respuesta de SpaceX a la FAA

“Nos encontramos retrasados por razones irracionales y exasperantes”, expresó SpaceX en la publicación del martes. El documento, titulado “Las naves espaciales están destinadas a volar”, también manifestó una frustración más amplia con el entorno regulatorio que SpaceX y otros proveedores de lanzamiento deben enfrentar.

“Desafortunadamente, seguimos atrapados en una realidad en la que se tarda más en realizar los trámites gubernamentales para obtener la licencia de lanzamiento de un cohete que en diseñar y construir el hardware real”, escribió SpaceX. “Esto nunca debería suceder y amenaza directamente la posición de Estados Unidos como líder en el espacio”.

La Starship se compone de dos elementos, ambos diseñados para ser completamente reutilizables: un propulsor gigante llamado Super Heavy y una etapa superior de 165 pies de altura (50 metros) conocida como Starship, o simplemente Ship.

SpaceX está desarrollando este vehículo de acero inoxidable, que mide 400 pies (122 m) de altura cuando está completamente ensamblado, con el objetivo de ayudar a la humanidad a colonizar la Luna y Marte, y para realizar una variedad de otras ambiciosas misiones de exploración.

Los cuatro vuelos de prueba de Starship ocurrieron en abril y noviembre de 2023 y en marzo y junio de este año: La nave ha mostrado un mejor desempeño en cada misión sucesiva.

Por ejemplo, superó el Vuelo 4; la nave alcanzó la velocidad orbital como estaba previsto, y tanto ella como el Super Heavy sobrevivieron a su viaje a través de la atmósfera terrestre, amerizando en el océano según lo planificado.

El Vuelo 5 introducirá un nuevo desafío: Super Heavy intentará aterrizar nuevamente en la plataforma de lanzamiento de Starbase, el centro de lanzamiento y fabricación de Starship de SpaceX en el sur de Texas. Esta estrategia se convertirá en la base para el futuro, si todo sale según lo previsto, permitiendo una inspección, reacondicionamiento y reembarque más rápidos de Starship en las próximas misiones.

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