La semana pasada, finalizó la participación de la Argentina en la 68° Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en Viena.
Tras representar a la Argentina, el Dr. Ing. Germán Guido Lavalle, presidente de la CNEA, detalló que “fue una semana intensísima y de gran provecho para la Comisión Nacional de Energía Atómica y todo el sector nuclear argentino”.
“Tuve reuniones con el Director General del OIEA, Rafael Grossi, y luego individualmente con cada director general adjunto, con los responsables de los Departamentos Energía Nuclear, Ciencias y Aplicaciones Nucleares, Seguridad Nuclear Tecnológica y Física y Cooperación Técnica. Se aprecia mucho el trabajo que desde Argentina se hace en los distintos proyectos en que estamos involucrados”, agregó.
Lavalle también mantuvo intercambios con el Director de la División de Cooperación Técnica para América Latina y el Caribe, Luis Longoria; y con el Jefe de Sección de Cooperación Técnica para América Latina, Rául Ramírez.
En estos encuentros, el objetivo fue evaluar el impacto generado por los proyectos de cooperación en las diversas áreas temáticas de aplicación, así como también en la planificación futura de prioridades a nivel país.
En este sentido, a lo largo de estas reuniones se repasaron los principales proyectos que mantiene la CNEA con el Organismo Internacional, mientras que en el encuentro con Rafael Grossi, la máxima autoridad del organismo, se destacó el fructífero intercambio entre ambas partes y el desempeño del sector nuclear argentino por sus avances en proyectos como el RA-10 y LAHN, entre otros.
Dos iniciativas
Entre las acciones más destacadas, la delegación argentina presentó la postulación del país como centro de referencia internacional en reactores de investigación.
“El objetivo es aportar la experiencia e instalaciones argentinas para colaborar con otros países interesados en adoptar tecnologías nucleares con fines pacíficos o ampliar su desarrollo en el área”, explicó la CNEA.
Además, se realizó la presentación del proyecto RA-10 ante la comunidad internacional.
“La presentación mostró las dos facetas del RA-10: Por un lado, la productiva, que se espera desarrollar en los próximos años con la producción de molibdeno y de otros radioisótopos de uso médico, como el lutecio, y el dopaje de silicio”, explicó Lavalle.
“Por otro lado, la faceta de investigación, ya que este reactor va a generar el haz de neutrones que permite investigar propiedades hasta ahora desconocidas de la materia. El Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones, su instalación asociada, estará abierto a la cooperación de toda la comunidad internacional”, agregó.
Según la CNEA, “el RA-10 tendrá un impacto estratégico no solo en Argentina, sino también a nivel regional. Específicamente, en el país aportará a la salud, la industria y a todo el ecosistema científico tecnológico, así como a la formación de recursos humanos”.
El reactor multipropósito garantizará el autoabastecimiento de radioisótopos destinados a la medicina nuclear como el iridio-192, el lutecio-177 y el molibdeno-99, el más utilizado actualmente en el mundo.
A través del RA-10, la Argentina podrá cubrir el 20% de la demanda mundial de radioisótopos.
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