Al principio, conseguir que modelos de IA como ChatGPT o su competidor Cohere generaran respuestas similares a las humanas requería la ayuda de grandes equipos de trabajadores de bajo costo, quienes asistían a los modelos para identificar conceptos básicos, como si una imagen representaba un automóvil o una zanahoria. Ahora, la competitividad del ambiente fuerza a las empresas a conseguir entrenadores humanos con conocimientos especializados, quienes se encargarán de que la IA del futuro sea más inteligente.
El caso de Invisible Tech
“Hace un año, podíamos manejarnos contratando estudiantes universitarios para enseñarle a la IA cómo mejorar”, explicó Ivan Zhang, cofundador de Cohere, refiriéndose a su equipo de capacitadores humanos. “Ahora tenemos médicos con licencia que enseñan a los modelos cómo actuar en contextos médicos, o analistas financieros y contadores”.
Para mejorar su formación, Cohere, que en su última valuación superó los 5 mil millones de dólares, colabora con una startup llamada Invisible Tech. Cohere es uno de los principales competidores de OpenAI, y está especializada en IA para negocios.
Invisible Tech emplea a miles de formadores que trabajan de manera remota y se ha convertido en un socio clave de diversas compañías de IA, desde AI21 hasta Microsoft, ayudándolas a entrenar sus modelos y reducir errores, conocidos en el ámbito de la IA como “alucinaciones”. “Contamos con 5,000 personas en más de 100 países alrededor del mundo, entre ellas doctores, titulados con másteres y expertos en conocimiento especializado”, mencionó Francis Pedraza, fundador de Invisible.
Errores de la IA generativa
La IA generativa crea contenido nuevo a partir de los datos utilizados en su entrenamiento. Sin embargo, a veces no es capaz de diferenciar entre información verdadera y falsa, lo que provoca errores conocidos como alucinaciones. Un ejemplo significativo ocurrió en 2023, cuando un chatbot de Google compartió datos incorrectos sobre cuál fue el primer satélite en tomar fotografías de un planeta fuera del sistema solar, en un video promocional.
Las empresas de IA son conscientes de que las alucinaciones pueden afectar el atractivo de la IA generativa para las compañías, por lo que están explorando diversas maneras de minimizarlas, como la inclusión de capacitadores humanos que enseñen a distinguir entre realidad y ficción.
Desde su incorporación a OpenAI, Invisible ha afirmado que se ha convertido en socio de capacitación en IA para muchas de las empresas de IA generativa, entre ellas Cohere, AI21 y Microsoft. Cohere y AI21 confirmaron ser clientes.
“Estas son empresas que enfrentaban desafíos de capacitación, donde su mayor gasto era la potencia computacional, y el segundo era la formación de calidad”, dijo Pedraza.
La construcción de la IA del futuro
Los capacitadores humanos comenzaron entrenando la IA a través de la tarea de etiquetado de datos, que no requería tantas habilidades y se pagaba menos, en algunos casos solo $2, con gran parte del trabajo realizado por personas en África y Asia.
A medida que las empresas de IA lanzan modelos más sofisticados, la demanda de capacitadores especializados en múltiples idiomas está en aumento, creando un nicho de empleo bien remunerado en el que personas de diversas áreas pueden convertirse en formadores de IA sin necesidad de saber programar.
Esta demanda está impulsando la aparición de más compañías que ofrecen servicios similares.
“Mi bandeja de entrada está prácticamente llena de nuevas empresas que surgen por todos lados. Veo esto como un nuevo campo en el que las compañías contratan personas solo para generar datos para laboratorios de IA como el nuestro”, dijo Zhang.
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