Los ingenieros de la NASA han apagado uno de los instrumentos científicos de la Voyager 2 debido a la disminución de las fuentes de energía de la nave espacial.

Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977,  abandonó el sistema solar el 5 de noviembre de 2018.

Actualmente, se encuentra a 20.500 millones de km de la Tierra y utiliza cuatro instrumentos científicos para estudiar el espacio más allá de la heliosfera, la burbuja de influencia del Sol alrededor del sistema solar.

Según la NASA, Voyager 2 tiene suficiente energía para seguir funcionando con un instrumento científico hasta la década de 2030, aunque para ello debe seleccionar cuáles de sus otros instrumentos deben apagarse.

Hasta el momento, los especialistas de la misión han tratado de retrasar el apagado del instrumento de Voyager 2 (y Voyager 1), ya que son las únicas dos sondas activas que la humanidad tiene en el espacio interestelar, lo que hace que los datos que recopilen sean únicos.

Hoy en día, seis de los 10 instrumentos iniciales se encuentran desactivados, aunque ahora perder el séptimo se ha vuelto inevitable, siendo el instrumento científico de plasma el que se llevó la peor parte.

¿Qué instrumento apagó la NASA?

En esta línea, el 26 de septiembre, los ingenieros dieron la orden de apagar el instrumento que consta de cuatro “tazas” que recogen información sobre la cantidad de plasma, un fluido de partículas cargadas, que fluye a través de Voyager 2.

Este instrumento fue crucial para detectar la caída de partículas cargadas del Sol, lo que indicaba que Voyager 2 había cruzado el límite entre la heliosfera y el espacio interestelar en 2018.

“El equipo ha confirmado que el comando de apagado se ejecutó sin incidentes y que la sonda está funcionando normalmente”, explicó la NASA.

La utilidad del instrumento científico del plasma estaba limitada por el hecho de que las tres copas inclinadas hacia el Sol dejaron de recoger plasma después de abandonar la heliosfera y pasar la influencia del viento solar.

Además, debido a la orientación de la Voyager 2, los datos que ha recopilado en los últimos años han sido aún más limitados: La única copa activa solo proporciona datos útiles una vez cada tres meses cuando la nave espacial hace un giro de 360 grados sobre su eje.

Y fue justamente esto lo que influyó en la decisión de apagar el instrumento de plasma para ahorrar energía en lugar de desactivar uno de los otros instrumentos de Voyager 2.

Tanto Voyager 1 como la Voyager 2 funcionan con plutonio en descomposición y pierden alrededor de 4 vatios de energía por año.

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