En plena carrera espacial, Estados Unidos se prepara para aliviar restricciones a la exportación para enviar ciertos artículos relacionados con satélites y naves espaciales a sus aliados y socios.

Los cambios implementados por el gobierno de Joe Biden tienen como objetivo facilitar que la creciente industria espacial comercial de Estados Unidos amplíe sus ventas, además de proteger la seguridad nacional y los intereses de la política exterior.

Así, empresas espaciales estadounidenses como SpaceX, o grandes contratistas de defensa con unidades espaciales, como Lockheed Martin o L3Harris Technologies y Boeing, podrían beneficiarse de las nuevas normas.

Según diversas fuentes, ciertos artículos que involucran el ensamblaje de naves espaciales de teledetección o logística basada en el espacio, y el servicio de naves espaciales, ya no necesitarán licencias para su envío a Australia, Canadá y el Reino Unido.

Las reglas también podrían ayudar a Estados Unidos a seguir adelante con el pacto de seguridad AUKUS con Australia y el Reino Unido, formado en 2021 para detener el avance de China en la región del Indo-Pacífico.

Parte del AUKUS se centra en el intercambio de tecnología para favorecer que, por ejemplo, Australia pueda acceder a submarinos de propulsión nuclear.

Por otro lado, algunas partes y componentes menos sensibles de satélites y naves espaciales ya no requerirán licencias para su envío a más de 40 países, entre los que se destacan Canadá, Australia, Japón, Corea del Sur y la mayor parte de la Unión Europea.

Además, el Departamento de Comercio eliminará los requisitos de licencia para los artículos menos sensibles, como los conectores eléctricos, para la mayor parte del mundo, aunque no para países con los que Washington compite, como Rusia y China.

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