Este martes 4 de noviembre, Rusia lanzó dos satélites diseñados para monitorear el clima espacial alrededor de la Tierra y otros 53 satélites pequeños, incluidos dos iraníes.
Según la agencia espacial rusa Roscosmos, los satélites fueron lanzados en un cohete Soyuz-2.1, que despegó desde el cosmódromo de Vostochny.
El cohete transportaba dos satélites Ionosfera-M, que se convertirán en parte del sistema espacial para monitorear la ionosfera de la Tierra.
La ionosfera, donde la atmósfera de la Tierra se encuentra con el espacio, se extiende aproximadamente de 80 a 644 km sobre la superficie de nuestro planeta.
Cada satélite Ionosfera-M pesa 430 kg y su órbita de trabajo está a una altitud de 820 km. El sistema incluirá un total de cuatro de los satélites Ionosfera-M, por lo que está previsto que los próximos dos dispositivos se lancen en 2025.
Pero, en un momento en el que Rusia está aislada de Occidente, como consecuencia de su invasión en Ucrania, la novedad fue que el país liderado por Vladimir Putin lanzó 53 satélites pequeños entre los que se encuentran dos unidades iraníes.
Específicamente, los satélites iraníes son el Kowsar, una unidad de imágenes de alta resolución, y el Hodhod, un pequeño satélite de comunicaciones.
Esta no es la primera vez que Moscú coopera con Teherán en materia espacial, ya que en febrero lanzó al espacio un satélite de investigación iraní (Pars 1) para escanear la topografía del país persa desde la órbita.
Según un informe de la agencia de noticias semioficial iraní Tasnim, “el desarrollo de Kowsar y Hodhod son el primer esfuerzo sustancial del sector espacial privado de Irán”.
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