Recientemente, Rocket Lab lanzó cinco satélites de “Internet de las cosas” (IoT) a la órbita, continuando con la construcción de una constelación para la empresa francesa Kinéis.
Un cohete Electron, que transportaba las cinco naves espaciales de Kinéis, despegó desde el sitio de Rocket Lab en Nueva Zelanda el domingo.
Los cinco nanosatélites de IoT se desplegaron en una órbita de 643 kilómetros de altura, unos 66 minutos después del despegue, como estaba previsto.
El logro elevó la cuenta de satélites desplegados a lo largo de la vida de Rocket Lab a 203. Kinéis reservó cinco lanzamientos de Electron para construir su constelación de 25 satélites en órbita terrestre baja.
En este sentido, la misión del domingo, que Rocket Lab llamó “Ice AIS Baby”, fue el tercer vuelo de este tipo (los dos primeros se lanzaron en junio y septiembre de este año).
Según Kinéis, la constelación IoT proporcionará “conectividad precisa y seguimiento de la ubicación de cualquier objeto en cualquier lugar del planeta”.
“Ya sea que esté en mar abierto, en áreas remotas o bajo condiciones climáticas extremas, Kinéis garantiza una transmisión de datos confiable y continua para que pueda beneficiarse de la información precisa disponible en todo momento”, agregó la empresa.
Por el momento, Electron es el único lanzador en servicio de Rocket Lab, aunque la compañía está trabajando en un cohete más grande y parcialmente reutilizable (Neutron), que se espera que debute en 2025.
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