Irán anunció el lanzamiento exitoso de su módulo de transferencia orbital Samān-1, diseñado para llevar satélites a órbitas más elevadas. Este desarrollo, realizado mediante el cohete portador Simorgh, establece un nuevo récord nacional en términos de carga útil, consolidando la posición del país en el ámbito espacial.
El lanzamiento, transmitido por la televisión estatal, se llevó a cabo el pasado viernes. La misión logró colocar en una órbita elíptica un CubeSat, una carga de investigación y el módulo Samān-1, alcanzando un apogeo de 410 kilómetros y un perigeo de 300 kilómetros. Con un peso combinado de 300 kilogramos, esta es la carga más pesada lanzada al espacio por Irán.
Un avance técnico destacado
El Simorgh, un vehículo lanzador de satélites de dos etapas propulsado por combustible líquido, fue desarrollado por el Ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas de Irán. Este cohete ya había demostrado su capacidad en lanzamientos anteriores, como en enero, cuando colocó tres satélites simultáneamente, y en septiembre, con la puesta en órbita del satélite de investigación Chamran-1.
En esta oportunidad, el lanzamiento también incluyó el satélite Fakhr-1, que tras alcanzar su órbita, envió su primera señal a la Tierra, verificando su correcto funcionamiento. La misión marcó un hito al establecer un nuevo récord nacional en términos de capacidad de carga útil, un paso clave en el desarrollo tecnológico espacial iraní.
Contexto internacional y tensiones políticas
El avance en el programa espacial iraní ocurre en un clima de tensión internacional. Estados Unidos y varios países europeos acusan a Irán de transferir misiles balísticos a Rusia para su uso en la guerra de Ucrania, una afirmación que Teherán niega. Aunque no existe evidencia directa que vincule el programa espacial con las capacidades balísticas, estas acusaciones alimentan el debate sobre el doble uso de la tecnología espacial.
Proyecciones a futuro
El éxito del Samān-1 fortalece las aspiraciones espaciales de Irán, que busca liderar en la región de Medio Oriente en términos tecnológicos. Además, este avance podría abrir la puerta a futuras colaboraciones internacionales, aunque las sanciones económicas y las tensiones políticas actuales dificultan este escenario.
Irán ha manifestado su intención de desarrollar más satélites de comunicación y observación en los próximos años, utilizando su creciente experiencia con cohetes como el Simorgh y el Qaem-100. Estos avances destacan el compromiso del país con el desarrollo de su capacidad espacial, a pesar de las restricciones y desafíos externos.