Estados Unidos sancionó a la empresa china Sichuan Silence por un ciberataque que, según funcionarios del Tesoro, podría haber matado a varias personas.

Según el Tesoro, Sichuan Silence, con sede en Chengdu, y uno de sus empleados, Guan Tianfeng, desplegaron un software malicioso en más de 80.000 firewalls (sistema de seguridad de red de las computadoras que restringe el tráfico de Internet) gestionados por miles de empresas de todo el mundo en abril de 2020.

El software malicioso no solo robó datos, sino que se utilizó para implementar ransomware, que paraliza las redes corporativas al cifrar los datos.

En este sentido, el comunicado explicó que tres docenas de firewalls estaban protegiendo los sistemas de las empresas de infraestructura crítica y que, si el hackeo no se hubiera frustrado o mitigado, el impacto potencial “podría haber resultado en lesiones graves o la pérdida de vidas humanas”.

Por ejemplo, en ese momento una empresa de energía estaba “activamente involucrada en la perforación” durante el ataque por lo que, si el hackeo no se hubiera frustrado, “podría haber causado un mal funcionamiento de las plataformas petroleras”.

EE.UU. acusó a Guan por separado de conspiración para cometer fraude informático y electrónico; mientras que el FBI ofreció US$ 10 millones por información sobre el joven de 30 años, su empresa o sus supuestas actividades de piratería.

En 2021, Meta acusó a Sichuan Silence de estar vinculada a una campaña de influencia en línea que promovía las afirmaciones de un biólogo falso que decía que Estados Unidos estaba interfiriendo en la búsqueda de los orígenes del COVID-19.

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