La Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF, por sus siglas en inglés), una alianza multinacional militar liderada por el Reino Unido y compuesta por 10 países del norte de Europa, ha activado un sistema impulsado por inteligencia artificial (IA) para rastrear la llamada “flota fantasma rusa”. Esta flota, que incluye cientos de barcos generalmente mal mantenidos, se utiliza para evadir sanciones y posiblemente espiar y realizar sabotajes.

Tecnología avanzada para monitorear amenazas

El pasado lunes 6 de enero, John Healey, Secretario de Defensa del Reino Unido, confirmó la activación de la operación “Nordic Warden”. Esta iniciativa emplea IA para evaluar datos provenientes de varias fuentes, como el Sistema de Identificación Automática (AIS) que los barcos usan para transmitir su posición. Su objetivo es monitorear las amenazas a la infraestructura submarina y evaluar el riesgo de cada nave que ingrese a áreas de interés.

Esta medida surge como respuesta a la preocupación de los socios de la JEF y la OTAN por salvaguardar los intereses compartidos, tras los daños registrados en el cable submarino Estlink2 en el Mar Báltico el 24 de diciembre de 2024.

Este incidente ha destacado la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas, lo que ha llevado a los países miembros a reforzar la protección de redes vitales y prevenir futuros riesgos.

Creciente amenaza en el Mar Báltico: Los incidentes de sabotaje

Desde 2022, pocos meses después de la invasión rusa de Ucrania y con las crecientes tensiones geopolíticas en Europa, se han registrado varios episodios en el Mar Báltico que han afectado infraestructuras submarinas críticas.

El primer incidente ocurrió en septiembre de 2022, cuando explosiones dañaron los gasoductos Nord Stream 1 y 2, vitales para el suministro de gas de Rusia a Europa.

Este ataque dejó una huella significativa en las infraestructuras energéticas europeas y marcó un punto de inflexión en las preocupaciones de seguridad.

Luego, en octubre de 2023, se produjo el corte del gasoducto Balticconnector y daños a cables de telecomunicaciones en la misma región, lo que intensificó la alarma sobre la seguridad de las redes submarinas.

Más recientemente, en noviembre de 2024, se dañaron dos cables de fibra óptica en el Mar Báltico, posiblemente debido al arrastre de anclas de un barco con bandera china.

El último incidente, ocurrido el mes pasado, involucró la incautación por parte de Finlandia de un barco vinculado a Rusia, el Eagle S, sospechoso de haber arrastrado su ancla durante casi 100 kilómetros en el Mar Báltico, lo que provocó la ruptura del cable eléctrico Estlink 2, que conecta Finlandia y Estonia.

Estos eventos reflejan un patrón creciente de sabotaje o negligencia que amenaza la estabilidad de las infraestructuras críticas en la región, en un contexto de tensiones internacionales cada vez más profundas.

Cables submarinos de telecomunicaciones.

Opiniones sobre la estrategia rusa de sabotaje y la guerra híbrida

Healey expresó su preocupación ante el parlamento: “La agresión rusa no se limita únicamente a Ucrania”, y agregó: “estamos profundamente preocupados por los daños y sabotajes a cables submarinos”.

Esta reflexión fue respaldada por varios expertos en seguridad y analistas militares. Anders Puck Nielsen, del Colegio de Defensa Real de Dinamarca, sugirió que, a medida que Rusia enfrenta crecientes pérdidas y dificultades en el campo de batalla ucraniano, podría intensificar sus esfuerzos de sabotaje y guerra híbrida.

Por su parte, Michael Clarke, exdirector del Centro de Estudios de Defensa y Seguridad de la Universidad de King’s College de Londres, indicó que los incidentes en el Mar Báltico podrían formar parte de una estrategia rusa para debilitar las infraestructuras críticas de Europa, lo que dificultaría la respuesta occidental ante la invasión.

En línea con esta preocupación, Mark Galeotti, académico experto en Rusia, advirtió que el Kremlin podría estar recurriendo a tácticas de sabotaje más agresivas como una respuesta directa a las sanciones internacionales.

La innovación de Nordic Warden en la lucha contra el sabotaje y la negligencia

Según el comunicado del Ministerio de Defensa, las embarcaciones identificadas como parte de la flota fantasma rusa se registraron en el sistema. Si se evalúa un riesgo potencial, el sistema monitoreará la embarcación sospechosa y enviará una advertencia a los países participantes de la JEF y los aliados de la OTAN.

El Primer Ministro británico, Keir Starmer, expresó su satisfacción con la tecnología de vanguardia implementada en el Reino Unido como parte de su “Plan de Cambio”, una iniciativa destinada a modernizar la infraestructura, fortalecer la seguridad y mejorar la capacidad del país para enfrentar amenazas.

La operación Nordic Warden proporciona una capacidad sin precedentes para monitorear vastas áreas marítimas utilizando una cantidad relativamente pequeña de recursos.

Actualmente, se están monitoreando 22 áreas clave de interés, que incluyen regiones estratégicas como el Canal de la Mancha, el Mar del Norte, el Kattegat y el Mar Báltico.

Desde el cuartel general operativo de la JEF en Northwood, personal de los países miembros de la alianza trabaja de manera conjunta, demostrando el compromiso y la coordinación entre las naciones para hacer frente a las crecientes amenazas.

La operación Nordic Warden fue probada por primera vez en el verano de 2024 y posteriormente evaluada durante el ejercicio Joint Protector, que tuvo lugar en Letonia.

Más de 300 efectivos del Reino Unido fueron desplegados en la región para demostrar la capacidad del país para trasladar su cuartel general operativo de la JEF al extranjero con poca antelación. Estos ejercicios no solo validaron la efectividad del sistema, sino que también demostraron la flexibilidad de la Fuerza Expedicionaria Conjunta en escenarios internacionales.

Liderazgo del Reino Unido en la lucha contra la flota fantasma rusa

La nación monarca ha asumido un papel decisivo en la lucha contra la flota fantasma rusa, utilizada para evadir sanciones y financiar la guerra en Ucrania. Bajo la iniciativa del Primer Ministro en la Comunidad Política Europea, el gobierno británico sancionó a 93 petroleros vinculados al Kremlin.

En la misma línea, en diciembre de 2024, el Reino Unido alcanzó un acuerdo con Dinamarca, Suecia, Polonia, Finlandia y Estonia para solicitar pruebas de seguro a los barcos sospechosos de formar parte de la flota fantasma.

Esta colaboración en la región del Báltico busca garantizar que los responsables de los daños a las infraestructuras críticas sean identificados y sancionados adecuadamente.

De esta forma, el mundo europeo avanza hacia un futuro más seguro con la nación británica a la cabeza, utilizando IA para proteger infraestructuras submarinas y reforzando la estabilidad en un contexto geopolítico cada vez más incierto.

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