Sin dudas, el Starship es uno de los desarrollos tecnológicos más importantes de los últimos años.

Sin embargo, el último vuelo del cohete más poderoso del mundo terminó explotando, lo que deja en evidencia que aún queda un largo camino que recorrer para que esté listo para volver a la Luna, Marte y más allá.

Pero, más allá de la explosión en sí, una pregunta que poco se ha abordado es si el accidente ha contaminado el medio ambiente.

Al explotar, fragmentos de metal abrasadores cayeron en el Caribe. Pero muchos expertos sugieren que esto podría haber contaminado las capas superiores de la atmósfera de la Tierra.

Fragmentos del Starship cayendo.

La etapa superior del cohete (Ship), que pasaba unas 85 toneladas, explotó a una altitud de 146 km.

Y su caída de regreso a la Tierra a través de la atmósfera puede haber generado 45,5 toneladas métricas de óxidos metálicos y 40 toneladas métricas de óxidos de nitrógeno.

Los óxidos de nitrógeno son conocidos por su potencial para dañar la capa protectora de ozono de la Tierra.

Se estima que la contaminación metálica del aire, potencialmente producida en el accidente, equivaldría a la generada por un tercio del material de meteorito que se quema en la atmósfera de la Tierra cada año.

Tal vez te interese: Paso en falso para SpaceX: el Starship explota en su séptimo vuelo de prueba

Deja un comentario