El programa CST-100 Starliner de Boeing continúa acumulando sobrecostos, con la empresa reportando pérdidas por US$ 523 millones en 2024. Este nuevo golpe financiero eleva el total de costos adicionales del proyecto a más de US$ 2.000 millones desde su inicio.
En un informe presentado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), Boeing atribuyó estas pérdidas a retrasos en el cronograma, incrementos en los costos de pruebas y certificaciones, y mayores gastos en misiones posteriores a la certificación.
Entre retrasos y fallas: el complejo camino de la Starliner
A lo largo de 2024, la empresa enfrentó significativas bajas financieras. En el segundo trimestre, registró pérdidas por US$ 125 millones, seguidas de US$ 250 millones en el tercero y US$ 148 millones en el cuarto, según el informe anual.
El monto acumulado durante el año supera los US$ 489 millones reportados en 2019. Estas nuevas crifras establecieron un récord anual de costos adicionales para el programa Starliner.
Además, Boeing también reconoció que existe la posibilidad de incurrir en pérdidas adicionales en el futuro.
A pesar del impacto económico, los ejecutivos de la empresa evitaron mencionar el programa Starliner en la última conferencia financiera. Tampoco han dado información sobre la fecha de un posible próximo vuelo, ni si este será una prueba tripulada, no tripulada o una misión operativa.
Durante esta última sesión, en la que se abordaron los resultados del cuarto trimestre de Boeing, la empresa informó una pérdida neta de US$ 3.860 millones en el trimestre y una pérdida anual de US$ 11.800 millones para 2024. Además, se discutieron factores como una disminución del 31% en los ingresos anuales, problemas en programas de defensa y el impacto de una huelga de trabajadores.
Incertidumbre sobre el futuro de su cápsula tripulada
Mientras tanto, la NASA sigue investigando los problemas experimentados durante la Prueba de Vuelo Tripulada.
En la última reunión del Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial, se informó que, aunque se han logrado avances en algunos aspectos, las fallas en los propulsores que llevaron a la agencia a devolver la nave sin tripulación siguen sin resolverse.
Paul Hill, miembro del panel, destacó que la NASA está abordando los problemas y siguiendo un camino adecuado para garantizar la seguridad de la nave. Sin embargo, no se ofrecieron detalles sobre una posible fecha para el regreso de Starliner a las misiones espaciales.
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