Continúan las tensiones entre Elon Musk y Sam Altman: los magnates tecnológicos volvieron a cruzarse públicamente.

Hace un par de semanas, Donald Trump presentó Stargate, un megaproyecto de inversión en IA por un valor de US$ 500.000 millones. Pero Musk salió a criticar el anuncio, acusando a los miembros del grupo (entre ellos OpenAI) de no poseer el dinero confirmado.

Por su parte, Altman, CEO de OpenAI, le respondió: “Me doy cuenta de que lo que es bueno para el país no siempre es lo óptimo para sus empresas. Pero, en su nuevo papel, espero que ponga a EE.UU. en primer lugar”.

Sin embargo, menos de un mes después de ese tenso cruce, ambos empresarios volvieron a enfrentarse. Este lunes, un consorcio liderado por Musk dijo que ofreció US$ 97.400 millones para comprar OpenAI, desarrollador de ChatGPT.

Inmediatamente tras conocerse la oferta, Altman responidó vía X: “No, gracias, pero compraremos Twitter por US$ 9.740 millones si (Musk) quiere”.

Ganar dinero o no, esa es la cuestión

Musk cofundó OpenAI con Altman en 2015 como una organización sin fines de lucro, pero abandonó la empresa por diferencias con sus otros socios.  

Actualmente, OpenAI intenta pasar de ser una entidad sin fines de lucro a una con ánimo de lucro. Según la propia empresa, esto es necesario para conseguir capital para desarrollar los mejores modelos de IA.

Justamente, en agosto del año pasado Musk demandó a Altman y otros socios, alegando que violaron las disposiciones del contrato al anteponer las ganancias al bien público en el impulso para avanzar en la IA

La demanda de Musk contra OpenAI dice que los fundadores originalmente se acercaron a él para financiar una organización sin fines de lucro enfocada en desarrollar IA para beneficiar a la humanidad, pero que ahora se enfocaban en ganar dinero.

“Es hora de que OpenAI regrese a la fuerza de código abierto y centrada en la seguridad que alguna vez fue. Nos aseguraremos de que eso suceda”, dijo Musk en un comunicado el lunes.

OpenAI fue valorada en US$ 157.000 millones en su última ronda de financiación, consolidando su estatus como una de las empresas privadas más valiosas del mundo.

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