Un 7 de marzo, pero de 1962, Estados Unidos lanzó el Observatorio Solar Orbital No. 1 (OSO-1) a la órbita terrestre. Dicha nave espacial proporcionó el primer examen científico detallado del Sol desde el espacio.

El Programa del Observatorio Solar Orbital (OSO) de la NASA fue el primer intento de Estados Unidos de adquirir datos detallados de física solar utilizando naves espaciales orbitales. En total, la NASA lanzó ocho sondas espaciales OSO entre 1962 y 1975.

El objetivo principal del programa OSO era monitorear y medir los niveles de radiación electromagnética solar durante un ciclo de manchas solares de 11 años.

Con estos datos, la idea era mapear la dirección e intensidad de la radiación ultravioleta, de rayos X y gamma en toda la esfera celeste durante el largo ciclo solar.

Para lograrlo, las misiones OSO contaban con un espectrómetro solar, un detector de centelleo, un analizador de electrones de protones y varios monitores de flujo.

La importancia de OSO-1

OSO-1 fue el primer observatorio solar orbitado por Estados Unidos. El lanzamiento se realizó desde Cabo Cañaveral en un cohete Thor-Delta 301/D8.

OSO-1 orbitaba la Tierra 15,2 veces al día y funcionó con éxito hasta el 15 de mayo de 1962, fecha en la que su segunda grabadora de cinta a bordo falló.

La pérdida de su último registrador de datos significó que todas las mediciones posteriores tuvieron que transmitirse en tiempo real. Sin embargo, OSO-1 continuaría realizando y transmitiendo mediciones de física solar hasta mayo de 1964.

Finalmente, la misión llegó a su fin cuando la fuente de alimentación de la nave espacial se apagó cuando fallaron sus células solares.

OSO-1 continuaría orbitando la Tierra durante otros 17 años, aunque ya no trasmitió datos, y volvió a entrar en la atmósfera terrestre el 8 de octubre de 1981.

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