Pese a sus vínculos con SpaceX, la NASA continúa avanzando en el desarrollo de su propio cohete, el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS).

Esta semana, la agencia completó la integración de los propulsores laterales del vehículo dentro del Edificio de Ensamblaje en Florida.

El SLS lanzará el próximo año la misión Artemisa 2 de la NASA. Su objetivo es llevar a cuatro astronautas a bordo de una nave espacial Orion alrededor de la Luna.

En este sentido, los técnicos unieron la etapa central con los cohetes propulsores sólidos apilados.

Los propulsores de cohetes sólidos del SLS son responsables de elevar el vehículo de 98 metros (completamente apilado) a través de la primera etapa.

Cada propulsor mide 54 metros de altura, y juntos proporcionan más de tres cuartas partes del empuje total del SLS en el despegue.

Los propulsores del SLS

La NASA avanza a paso firme con el SLS

Otras partes del SLS también se han unido en las últimas semanas, incluidos los paneles solares y los carenados de desecho del adaptador de la nave espacial en la cápsula Orion y el módulo de servicio de fabricación europea.

En los próximos meses, la cápsula y el módulo se unirán a la pila completa de SLS en el VAB, asentados sobre la etapa provisional de propulsión criogénica del cohete.

Artemisa 2 es la segunda misión del Programa Artemisa de la NASA, destinado a establecer una presencia humana a largo plazo en la Luna.

Artemisa 1 lanzó una cápsula Orión sin tripulación a la órbita lunar y de regreso en noviembre de 2022.

La nueva misión será la primera tripulada del programa y lanzará a los primeros astronautas hacia la Luna desde Apolo 17 en 1972.

A bordo de Orion estarán los astronautas de la NASA Reid Wiseman, Victor Glover y Christina Koch, a los que se sumará el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense (CSA) Jeremy Hansen.

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