La NASA confirmó que está avanzando hacia la certificación de la cápsula Starliner de Boeing para realizar vuelos tripulados a finales de este año o principios de 2026.

La noticia se da a conocer semanas después de que los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams regresaran a la Tierra tras estar nueve meses en el espacio.

Los astronautas, que llevaron a cabo el primer viaje tripulado de Starliner en junio, quedaron varados en la Estación Espacial Internacional tras un fallo en el sistema de propulsión de Starliner.

En este sentido, la propia agencia dijo que ambos equipos están trabajando para finalizar el alcance y los plazos de varias campañas de pruebas y análisis del sistema de propulsión, que se llevarán a cabo durante la primavera y el verano de EE.UU.

Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, dijo que es probable que el próximo vuelo se realizará a finales de este año calendario o principios del próximo.

Starliner en el espacio

¿Qué problemas registró Starliner?

Específicamente, la cápsula sufrió fugas de helio en su sistema de propulsión. Además, registró una falla en cinco de sus 28 propulsores del sistema de control de reacción (RCS). Estos últimos se utilizan para ajustes finos como los necesarios durante el acoplamiento.

En su momento, la NASA extendió la estadía de Starliner en la estación varias veces para estudiar los problemas. Sin embargo, terminó decidiendo que la nave espacial regrese a la Tierra sin tripulación en septiembre del año pasado.

Pero la buena noticia es que la NASA y Boeing han hecho progresos considerables en sus análisis de los datos del vuelo.

Por ejemplo, el equipo de la misión logró volver a poner en línea cuatro de los cinco propulsores RCS fallidos mientras Starliner estaba en órbita.

Además, más tarde relacionaron el problema con el sobrecalentamiento en las vainas del motor de la cápsula, lo que probablemente restringió el flujo de propulsor.

Las próximas pruebas incluirán disparos de propulsores Starliner RCS en el Centro de Pruebas White Sands de la NASA en Nuevo México “para validar modelos térmicos detallados e informar sobre posibles actualizaciones del sistema de propulsión y protección térmica de naves espaciales, así como soluciones operativas para futuros vuelos”.

Los equipos también continuarán probando nuevas opciones de sellado para el sistema de helio. El objetivo es minimizar los riesgos de fugas en el futuro.

“Una vez que terminemos con estas campañas de prueba planificadas, tendremos una mejor idea de cuándo Starliner podrá volver a volar”, dijo Stich.

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