Imágenes satelitales revelan que China movilizó esta semana dos bombarderos H-6 de largo alcance en las cercanías del banco Scarborough, una zona marítima en disputa con Filipinas en el Mar del Sur de China. El hallazgo, registrado por Maxar Technologies, confirma el avance sostenido de Beijing sobre territorios reclamados y eleva la tensión en la región.
El movimiento aéreo no fue anunciado por el gobierno chino y se produjo en un contexto clave: justo antes de la visita del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, a Filipinas. Durante su paso por Manila, el funcionario reafirmó el “compromiso inquebrantable” de Washington con el tratado de defensa mutua que une a ambos países. Además, advirtió que las acciones de China hacen necesario reforzar la disuasión militar en la región.

China intensifica su presencia militar en el Pacífico
Las imágenes captadas el lunes muestran a las dos aeronaves sobrevolando el este del banco Scarborough. Según Maxar, los patrones de color “arcoíris” que se ven cerca de los aviones se deben al procesamiento digital de objetos en movimiento veloz.
China tomó control efectivo del banco en 2012 y, desde entonces, las fricciones en la zona no han cesado. Entre las provocaciones de Beijing, se destaca el bloqueo de accesos por parte de buques de la guardia costera, que también protagonizaron varios enfrentamientos con pescadores filipinos.
El mes pasado, la Guardia Costera de Filipinas denunció maniobras peligrosas por parte de aviones militares chinos en esa misma área.
Esta vez, los H-6 registrados son bombarderos de origen soviético, rediseñados por China con motores más modernos, aviónica digital y capacidad para lanzar misiles de crucero antibuque, armas de ataque terrestre e incluso misiles balísticos con ojivas nucleares.
Su diseño base, similar al del B-52 estadounidense, data de los años 50. Pero su versión actual representa el principal vector estratégico de largo alcance del arsenal aéreo chino.
Movimientos estratégicos sin anuncio legal
En lo legal, un fallo de 2016 del Tribunal de Arbitraje de La Haya concluyó que las reclamaciones chinas sobre casi todo el Mar del Sur carecen de fundamento jurídico. Beijing rechazó la decisión y profundizó su presencia militar en islas y atolones disputados.
Expertos en seguridad sostienen que este tipo de despliegue no es casual.
Peter Layton, del Griffith Asia Institute de Australia, interpreta la maniobra como un mensaje directo a Washington. “China está mostrando que tiene una fuerza aérea sofisticada. Y también que, si Estados Unidos posee capacidad de ataque a larga distancia, ellos también… y con mayor volumen”, afirmó.
La presencia de H-6 en el Mar del Sur se incrementó desde 2018, cuando comenzaron a aterrizar en pistas mejoradas en las islas Paracel, también reclamadas por varios países.
Actualmente, el Comando del Teatro Sur del Ejército Popular de Liberación, que opera en esa región, cuenta con al menos dos regimientos de estos bombarderos.
Señal de poder militar chino en la región
En los últimos meses, los H-6 participaron en ejercicios militares alrededor de Taiwán en octubre y nuevamente en Scarborough en diciembre, como parte de operaciones conjuntas aéreas y navales. Esos entrenamientos sí fueron difundidos por el Ministerio de Defensa chino, que los describió como una medida para “resguardar la soberanía nacional y mantener la paz” en el Mar del Sur.
Sin embargo, imágenes satelitales de patrullas reales en curso, como las registradas esta semana, son inusuales y refuerzan la señal de militarización de la zona.
Mientras tanto, desde Taipéi, el gobierno taiwanés reiteró su posición: China no tiene soberanía sobre la isla, y cualquier decisión sobre su destino deberá ser tomada únicamente por el pueblo taiwanés.
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