Este fin de semana, SpaceX lanzó otro lote de satélites de reconocimiento de próxima generación para el gobierno de EE.UU. y la NRO.
Un cohete Falcon 9 despegó de la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, California, el sábado por la mañana.
El lanzamiento fue en el marco de la misión NROL-192 de la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO). Esta oficina construye y opera la flota de satélites espía de Estados Unidos.
El NROL-192 fue el noveno lanzamiento en apoyo de la “arquitectura proliferada” de la NRO. Esta es una nueva red compuesta por un gran número de satélites pequeños y rentables.
Dicha estrategia representa un giro a la norma histórica de NRO, que siempre ha apostado por un puñado relativo de naves altamente capaces pero caras.

“Tener cientos de pequeños satélites en órbita es invaluable para la misión de la NRO”, dijo el director de la oficina, Chris Scolese.
“Proporcionarán mayores tasas de revisita, mayor cobertura, entrega más oportuna de información y, en última instancia, nos ayudarán a entregar más de lo que nuestros clientes necesitan aún más rápido”, agregó.
Pero, más allá de estas declaraciones, no hay mucho más información al respecto, ya que la NRO no revela mucho sobre sus activos en órbita.
Se cree que las naves de arquitectura proliferadas son versiones modificadas de los satélites Starlink de SpaceX que han sido equipados con equipos de espionaje de alta tecnología.
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