Mientras la industria espacial privada avanza con rapidez, el Departamento de Defensa de EE.UU. sigue sin conseguir alternativas comerciales confiables para cubrir funciones estratégicas clave como las comunicaciones nucleares seguras y el sistema de posicionamiento global (PNT).

El quinto satélite de comunicaciones protegidas Advanced Extremely High Frequency (AEHF-5) de la Fuerza Aérea norteamericana encapsulado antes del lanzamiento.

Aunque muchos satélites y servicios actuales ya incluyen componentes comerciales, cuando se trata de operaciones críticas —como el comando y control nuclear o la navegación de precisión en entornos hostiles—, las soluciones del mercado todavía no alcanzan los estándares militares.

Esto quedó claro en una reciente conferencia del Comando de Sistemas Espaciales (SSC) de la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF), donde altos funcionarios detallaron los avances y límites de integrar tecnologías privadas en sus sistemas más sensibles.

“Vamos a seguir aprovechando las capacidades comerciales siempre que podamos”, afirmó Charlotte Gerhart, subdirectora de Comunicaciones Militares y Dirección de Posicionamiento, Navegación y Cronometraje (PNT) del SSC. “Pero eso no significa que todo lo que ofrece el sector privado se adapte a nuestras necesidades.”

Sin reemplazo para el corazón nuclear

Uno de los mayores programas en marcha es el Evolved Strategic SATCOM (ESS), una iniciativa de US$ 8.000 millones que busca reforzar —y eventualmente reemplazar— la actual constelación de satélites Advanced Extremely High Frequency (AEHF). Este sistema es clave en la red de comando y control nuclear de Estados Unidos.

Satélite de la constelación AEHF USSF
Representación de un satélite de la constelación AEHF. Fuente: USSF.

Pero hay un problema: la tecnología comercial aún no está a la altura.

“Algunos aspectos simplemente no existen en el mercado o no cumplen los requisitos más estrictos de la misión nuclear”, explicó el coronel A.J. Ashby, líder del área de SATCOM estratégico del SSC.

Una de las razones es que el sistema de comunicaciones nucleares utiliza una forma de onda especial —la extended data rate waveform— que no está disponible comercialmente. “Necesitamos asegurarnos de que, a medida que evolucionan las amenazas, haya un proveedor comercial capaz de ofrecer esa capacidad específica”, señaló Ashby.

El riesgo del monopolio comercial

Incluso si hubiera soluciones disponibles, depender de un único proveedor comercial representaría un riesgo operativo y económico.

“No queremos quedar atrapados en un monopolio que encarezca el servicio o demore la entrega al combatiente”, advirtió Ashby.

Si bien para las comunicaciones tácticas las fuerzas armadas sí se apoyan con frecuencia en empresas privadas, las comunicaciones estratégicas requieren un control mucho más estricto sobre el acceso a la red y su seguridad.

“Necesitamos saber quién está en el sistema, qué está haciendo y garantizar que la red esté donde se la necesita, cuando se la necesita, y que pueda enfrentar a un adversario”, explicó Gerhart.

El GPS: irremplazable, por ahora

Uno de los temas más complejos es el del reemplazo del sistema GPS. Si bien el SSC sigue de cerca los avances del mercado en navegación y posicionamiento, la posibilidad de una alternativa comercial completa aún está muy lejos.

“Sería fantástico convertir toda la constelación GPS en un producto 100% comercial”, dijo Gerhart. “Pero todavía falta muchísimo para eso: todos usamos el GPS de forma gratuita.”

Además de ser esencial para la economía global, el sistema GPS es crítico para la seguridad aeronáutica. Por eso, cualquier alternativa debería pasar rigurosos procesos de certificación.

“¿Cómo garantizaríamos que esos productos comerciales sean lo suficientemente seguros como para volar?”, se preguntó Gerhart. “El futuro es prometedor, pero hasta que no tengamos ese nivel de capacidad, seguridad y calidad, necesitamos mantener sistemas dedicados.”

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